Una contra-lectura

“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”

 

(Jesucristo/ Evangelio de Juan 7:24/RVR 1960)

 

 

(Testimonio). Solía sucederme, de repente habían días de tanta luz destellante, supuestamente solar, que no podía levantar mi vista hacia el cielo; tanta luz que parecía transparentar mi ser interior, haciéndome sentir que los defectos más recónditos de mi alma quedaban expuestos. Quiero esconderme, no quiero que nadie me vea; me siento el último y el peor de todos los hombres. Mis fuerzas se me van, terminando desplomado en el suelo, consciente y tratando de entender que es lo que me está pasando. Al final, concluyo, ¿pero de qué otra manera podemos reaccionar ante el acercamiento de un Dios tan Santo? (Salmos 130:3,4)

 

El poder económico corrupto llamado Odebrecht:

 

¡No llores!, mi bella y admirada Mónica Sánchez, tu fina indignación es inteligible, aunque “el circo periodístico no lo perciba”. Pero, no estoy de acuerdo, en que “una nueva corrupción” nos ha envuelto y decepcionado, arrasando cual “huayco de corrupción”, a personajes que encarnaron nuestra causa de lucha por un “país sin corrupción ni corruptos”.

 

Lo que cayó de la corrupción de los 90, fue el “poder político corrupto cívico-militar”, y sus “medios chichas” que lo apañaron. Pero, no se detectó a ese “poder económico corrupto”, que se había posesionado en nuestro país, en el marco de “la globalización y libre mercado”, que ensayábamos en nuestra economía nacional. Los peruanos no entendíamos a este nuevo sistema de “libre mercado”; así que eran estos grupos económicos que establecían sus propias reglas y operaban desreguladamente en nuestro país. Y sin lugar a dudas, han sido estos grupos económicos privados transnacionales, los primeros beneficiarios de esta era globalizada y el poder factico económico en nuestro país. Lo que faltaba caer es “ese poder económico corrupto”, que hoy se le detecta y marcará la nueva lucha histórica en el Perú, contra “las malas prácticas de empresas privadas y transnacionales”, que han venido funcionando como “estados paralelos”.

 

Estamos de acuerdo que la transnacional Odebrecht, ha sido el poder económico que ha corrompido a varios países y representantes de varios gobiernos en el mundo; corrompiendo a nuestras autoridades y representantes; convirtiéndolas en víctimas de sus millonarios sobornos. (Yo no sé, como responderíamos cada uno de nosotros, ante la oferta gratuita de una maleta llena de tanto dinero junto, que nunca hemos visto en nuestra vida, ni sabríamos como contarlo).  Pero, hubo víctimas, gente pobre de carácter, de valores y de fortaleza de espíritu.

 

Si las inversiones en sobornos han sido millonarias; entonces, por lógica, las ganancias ilícitas deben haberse multiplicado exponencialmente. Concluimos en esta parte, con la expectativa de saber, no solamente quienes fueron las victimas de esos millonarios sobornos, sino saber también quiénes fueron los socios tanto nacionales como extranjeros, que se beneficiaron de las ganancias de esta “mala práctica empresarial”. ¿Quiénes son, y dónde están esos señorones?

 

Una prensa peruana “caída del palto”:

 

Hay una pregunta que debiéramos hacernos los peruanos, en este cuarto de siglo de la era global en nuestro país; ¿sabían o no sabían estos medios periodísticos peruanos lo que pasaba con Odebrecht y sus socios? Si sabían, ¿por qué callaron, para dedicarse a hablar de temas intrascendentes? Y si recién se han enterado, entonces, nuestra prensa peruana, es “una prensa caída del palto”.

 

Aunque hay medios excepcionales por su profesionalidad periodística y de investigación; que siempre han estado en línea de avanzada periodística investigativa; como lo es indiscutiblemente Gustavo Gorriti y todo su equipo de investigación; la Revista “Caretas” y su profesional objetividad informativa; Hildebrandt y su línea independiente;  la pluralidad de la “República”; y haciendo memoria, el finado periodista de investigación, Raúl Wiener, que dejó una última e inquisidora publicación investigativa, que fue un adelanto de los acontecimientos que hoy vivimos, me refiero a la corrupción de los privados.

 

Odebrecht no es la primera ni la única transnacional que afronta juicios por corrupción o fraude; hay otras en el mundo, con otros rubros comerciales, que también se han traído abajo las honras de la clase política y dirigente de un país, a las cuales han sabido corromper, haciéndolas victimas de sus sobornos millonarios. Los ha habido en Estados Unidos, sede de las transnacionales más corruptas del mundo; como en Europa y Asia.

 

Pero, en estos casos, la prensa subordinada a los oligopolios mediáticos, se dedican al escándalo y al desvío de la atención pública, haciendo “su circo romano”, exponiendo a todos esos personajes que habrán de “morir política, judicial y civilmente”; a todos aquellos que fueron víctimas de esas transnacionales corruptas. Pero, desviando los lentes de esos señorones socios y beneficiarios de esa grande corruptela. Estos señorones, siempre son librados mediáticamente y poniéndose detrás de sus “chivos expiatorios”; y nunca se sabe si llegaran a pagar por sus crímenes económicos.

 

En el Perú, el conglomerado mediático mayoritario, está en una situación actual de “cruce de interés”, que cada vez se hará más evidente; pues, uno de los socios de Odebrecht, tiene que ver nada menos que con el directorio de este conglomerado. Entonces, por eso les conviene intensificar “el circo romano”, para mandar al desvío la atención pública.

 

Pero, nosotros el pueblo peruano, queremos saber no solamente quienes fueron las víctimas de los sobornos de esta transnacional; sino, además, queremos saber: quienes fueron sus socios peruanos y extranjeros, con los cuales hicieron “sus repartijas”.

 

Una nueva oportunidad:

 

La caída de este poder económico corrupto, nos da hoy una nueva oportunidad, la de terminar con todo poder fáctico económico; que, en este cuarto de siglo, se venían imponiendo sobre nuestros gobiernos peruanos, “como un estado paralelo y todo poderoso”.  Y mejorar las regulaciones, que favorezcan a nuestro crecimiento económico y que salvaguarden a nuestro Estado Peruano, de ser la principal víctima de “todo poder económico corruptor” privado y transnacional.

 

Todo lo aparentemente adverso, que ha surgido como consecuencia de este “rebrote de corrupción en el Perú”; es una oportunidad y requiere a un Gobierno de Técnicos, para salir adelante como país. Ustedes, el gobierno actual, son “malos fungiendo como políticos”; actúen como técnicos, es su momento en la historia presente.

 

Solo dos cosas: 1) Muestren sensibilidad social por nuestros pueblos en emergencias.  2) Cambien su “chip mental”, olvídense de “los amigotes” y piensen en sus mejores amigos, que somos ahora todos los peruanos, que componemos esta bendita Nación, que Ustedes gobiernan por la Gracia de Dios.

 

¡Lee la Biblia!

 

(C.A.S.)/Una contra-lectura de los acontecimientos en nuestro país, Perú.