“Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.”
(Eclesiastés 3:16,17/RVR 1960)
En Bolivia como en Perú, se ha “legitimado” un “gobierno golpista” por el pronunciamiento de su Tribunal Constitucional, que se supone es el órgano de mayor nivel interpretativo y de correcta lectura de su Ley de leyes. En Bolivia hay muertos y amedrentamiento de su población; pero, no importa, su Tribunal Constitucional declara que “todo está bien, el proceder de la golpista, se ajusta ahora a la ley de Leyes”. En el Perú, “se impuso a patadas” un “pedido de confianza”. “La declaratoria de la disolución del congreso” fue un mamarracho de principio a fin, que no contó con la refrendación de las firmas de los ministros que no acompañaron esta aventura presidencialista; y al final, quedando tomado policialmente el recinto congresal hasta ahora. Pero, el Tribunal Constitucional peruano, ha resuelto, que todo ha sido OK, y ahora, todo es “legal”, por lo tanto, la Ley de leyes se ajusta ahora al capricho y a la interpretación política de cualquier ejecutivo, que un día decida obstruir la buena marcha democrática de un país, cerrando a “la representación nacional”.
El pretexto que se utilizaba para el “cierre del congreso”, era que teníamos un “congreso obstruccionista y blindador del Fuji-aprismo”; pero, seamos justos. Si de algo se caracterizó el actual ejecutivo, era por ser “obstruccionista” al poder legislativo, al cual confrontaba innecesariamente, hasta imponer su “cuestión de confianza”. Y es cierto, había un grupo de congresistas que eran obstruccionistas, porque ellos mismos pedían insistentemente y en contra de ellos mismos, que “cierren el congreso”. Algunos de estos congresistas, han quedado como parte de la Comisión Permanente del Congreso, y siguen siendo obstruccionistas, pues, siguen contradiciendo, con el objetivo de deslegitimar y minimizar a esta Comisión Permanente Congresal. Y como si fuera una “historia de locos”, de estos congresistas, algunos postulan para ser parte del nuevo “congreso improvisado y transitorio”; y la pregunta que uno se hace es: ¿para qué quieren volver, si se la han pasado como congresistas, pidiendo que los cierren?
Con respecto al blindaje del “Fuji-aprismo”; cuando se empezó esta cantaleta del “blindaje” y de “los hermanitos y los cuellos blancos”; ingenuamente, yo pensaba que muchos de esos personajes mediáticos que yo admiraba, estaban en una crítica popular que los peruanos manteníamos, relacionado a nuestras antipatías con el fujimorismo y el aprimismo; hasta que nos dimos cuenta, que todo esto vino a ser toda una “campaña de encubrimiento”, a lo que es la gran corrupción de “Odebrecht, Lava Jato, Club de la Construcción, Medios de Comunicación Consorciados y Accionariados, Golpes de Estado, etc.” Todos estos casos permanecen en el más absoluto blindaje e impunidad. ¿Por qué? El Líder aprista histórico se suicidó; y la lideresa fujimorista, es el caso más mediatizado y el de mayor asedio jurídico, por el fiscal especialista en “prisiones preventivas”, el de los argumentos inagotables que va sacando “bajo la manga”. Nos hemos consumidos y distraídos todo este tiempo con estos casos; mientras que se mantiene intocado todos esos otros casos de “gran corrupción”.
A la empresa corruptora que manipula con sus chantajes, ya se le fue reembolsado sus 500 y tantos millones, por este “desgobierno”; perdón, quise decir “gobierno”. Y este fiscal, “duro con algunos”, pero, suave y no tan inquisidor con la brasilera corruptora; ya tiene servido el impedimento de salida para la ex primera dama nacionalista; pero, nada de promover la “cláusula anticorrupción” del Gasoducto Sur, Porque si hubo corrupción, denuncia pues, dicha cláusula; o pareciera, que quieren “hacer hora”, con la ex primera dama. O lo que es peor, no vaya a ser, que quieran “pagar el arbitraje a favor de Odebrecht”; y usar la imagen de esta nacionalista, para decir que fue por culpa de ella.
Lo cierto es que todos los arbitrajes que han ganado las empresas corruptoras; fue también, porque el gobierno de turno o sus autoridades respectivas, dejaban pasar el tiempo; y no tomaban ninguna acción para defender al Estado. Solo cuando ya no había nada que hacer, entonces recién daban la cara; y escuchaban que el Estado había perdido el juicio de arbitraje.
Siguiendo con “la historia de locos”, es sorprendente, que los medios y periodistas “golpistas”, se hallan prestado para ser moderadores de la trampa elaborada por ellos mismos, que fue el “debate entre los postulantes” al próximo congreso improvisado. Y el abanderamiento de muchos de ellos, como adalides de la moral y la pulcridad en la hoja de vida de los candidatos. Pero, no dicen nada de ellos mismos, ni de su involucramiento en la “gran corrupción”, y en los servicios que prestaron y prestan a las empresas corruptas transnacionales y locales; como medios y como periodistas o personas jurídicas.
Mr. Eliot Abram, funcionario del Gobierno Norteamericano, ha declarado públicamente del apoyo en millones de dólares que pone a disposición de la oposición venezolana, y a favor de medios de comunicación que repitan como loros: “La dictadura de Maduro”, “Guaidó presidente”. Y recién me di cuenta, porque en los medios peruanos, repiten como loros y sin ningún análisis, la misma cantaleta; es que ellos también quieren ganarse alguito. Y por eso la división de esas oposiciones en Venezuela, Bolivia, etc.; la manzana de la discordia es que se gana muchos millones de dólares por ser “oposición”, y especialmente, siendo “líder opositor”.
Así que, es penoso aceptarlo, pero hay que decirlo, la justicia y los medios periodísticos, han perdido credibilidad; aunque son pocos los adalides de la justicia y de la verdad.
Este “desgobierno”, perdón, quise decir “gobierno”; ha reseteado a los representantes de los órganos institucionales de justicia, o que tenga que ver con alguna autoridad decisiva, sin ningún sonrojo en la mejilla; haciendo cada vez más el poder a su medida.
Pero, esperamos, que este Proceso Electoral del Domingo 26 de Enero; no sea a la medida de este “desgobierno” en su resultado.
Por eso, los peruanos que pensamos y somos más; debemos votar conscientes que nuestro proceso democrático ha sido interrumpido con “el cierre del congreso”; y que no queremos un “congreso sumiso, despistado o pelele”. Así que debemos escoger a aquellos candidatos que sean el contrapeso fiscalizador, en el corto tiempo que le queda a este ejecutivo designado, pero, no elegido.
Este proceso electoral, recuerden lo hacemos en un contexto anómalo, de ruptura del orden constitucional, por ello votamos para restablecer dicho orden, con la improvisada “representación nacional” que resulte de la suma de nuestros votos.
Aunque este sea el peor de los procesos electorales; porque lo hacemos fuera del orden, las leyes y el tiempo de las cosas.
¡Lee la Biblia!
C.A.S./Una reflexión en vísperas de elecciones congresal