“Cada uno se había vuelto atrás, todos se habían corrompido…
¿No tienen conocimiento todos los que hacen lo malo, que devoran a mi pueblo como si comieran pan y a Dios no invocan?”
(Libro del A.T. “Salmos” 53: 3-4)
Introducción
La corrupción ha desbordado increíblemente, aún al Deporte de las multitudes; al descubrirse el soborno a parlamentarios europeos para que promovieran a Qatar, como un país que cumple los estándares para la realización del Mundial Qatar 2022.
La corrupción hoy en día se ha convertido en la peor amenaza para el sistema democrático, para la estabilidad de un país, para la institucionalidad de las leyes, la eficacia de un sistema económico, la consistencia de los gobiernos, la cultura y la moral de los pueblos. Y es que la corrupción no es una cuestión casual o improvisada; sino que se ha convertido en una estrategia, en el arma de los megas ricos, para doblarle el brazo a nuestros custodios públicos y romper los candados que protegen nuestro bien común.
Mediante esta estrategia logran celebrar un mundial de fútbol; se apoderan de un país entero y de sus recursos; instrumentalizan la justicia; se apoderan de todo un parlamento; compran líneas mediáticas para crear “historias”; compran presidentes, soldados, personas claves o subalternos. Desprecian la vida humana. Y hacen y mantienen guerras, para sacar provecho de sus negocios ocultos en dichos conflictos bélicos, y que siempre están en la categoría de “negocios con cruces de interés”.
Su estratagema que los hace perdurar en el tiempo se debe a que imponen aleccionadora y mediáticamente, una visión sesgada de la corrupción; enfocando a los “corrompidos políticos o personajes públicos”, como los gestores de todo lo malo de la corrupción, pero desviando la visión de los “corruptores megas empresas trasnacionales”, que son los beneficiarios finales de este entramado de la corrupción que patrocinan, y quienes quedan impunes; “libres de polvo y paja”.
Una percepción popular
La percepción que ha tenido la población peruana de su congreso es que estos congresistas “han hecho dinero”; en sus variados proyectos de vacancia del ejecutivo. ¿Cómo? Pues, apreciando su voto a favor o en contra; y recibiendo aportes a “diestra y siniestra”, sin discriminar este susodicho aporte.
Que todo el tiempo de su representación congresal, han decepcionado a propios y extraños, por la ambigüedad de sus decisiones finales. Y ahora, se han sacado “la mascareta de políticos del pueblo”, para quedarse en contra del llamado del pueblo que les pide “que se vayan”; porque no se sienten representado por estos congresistas.
Este congreso lo que representa ahora, son los grandes intereses que han estado detrás de este golpe artificioso a Castillo y su gobierno; yéndose todos ahora por el premio mayor, legislando a favor de los cambios constitucionales que beneficien a sus patrocinadores y a los de siempre.
Esta corriente “reformadora” de los mandos cívicos y militares, son típicos de los gobiernos golpistas y corruptos que se han dado en el Perú; que en realidad consiste en pasar una aplanadora sobre todos estos mandos, para ejecutar según un dicho o refrán popular: “Sacar a los otros, para poner a los de nosotros”.
La judicialización de la vida social, comercial y política del país, también lo hemos vivido los peruanos en la década de los 90; cuando se “privatizaba el sistema económico peruano”, como una oportunidad de crecimiento económico (que se mantiene hasta hoy sin desarrollo como país). Y cuando las empresas privadas peruanas se transnacionalizaban, diciendo que, por nuestro país, (les creo que tuvieron ese sentir inicial); pero, después se adueñaron de los bienes de su propio país y se dejaron mangonear por la gran corrupción transnacional; aplicando todas las malas prácticas habida y por haber, en la pérdida de su identidad nacional.
Cuando se detuvo a Castillo, y los medios informativos relataban en tiempo real, este acontecimiento, vociferaban que se meta preso a todo su entorno político de gobierno y familiares; pero, con un acento aún vocálico de triunfo y provocando una sensación como si la justicia se hubiera instrumentalizado en el país, y ahora era manipulable. Y ahora, pareciera que la mayoría de los medios de comunicación e información en el Perú, fueran estatales; recordándonos los buenos tiempos del “tío vladi”, en que a los medios se les daba un guion monosilábico, y ellos solo leían, y repetían y repetían. ¿Ejemplo? (El clásico:"Tù, ¡No!" / "El, ¡Sí!")
Se debe corregir el término "prensa mermelera”, por la seriedad de lo que ha pasado en nuestro país; y se le debe llamar “prensa corrupta”. Por supuesto, a todos aquellos que han sido parte del “golpe a Castillo”, y son los que se benefician ahora, con todo tipo de premios.
Un gobierno de facto
Terruquear para justificar… golpes de estado, declarar estado de emergencia, militarizar el país, dictar políticas de represión tratando de aplacar protestas ciudadanas “a sangre y fuego”; aterrorizar a la población dejando regados cadáveres en las calles; son situaciones y crudas realidades que hemos vivido en tiempos pasados. Y que nos debe llamar a una profunda reflexión y a un análisis en el tiempo presente; pues, hoy son otros tiempos.
Me parece que hay una mayoría de analistas que estarían de acuerdo en afirmar; que en estos tiempos modernos no existen partidos extremistas, que consideren a la violencia como un método de cambio de sistemas políticos gubernamentales, para imponer “un comunismo sobre una patria llena de cadáveres”. Y en el Perú, la violencia ha sido un gran trauma histórico, psicosocial y político; repudiado por las generaciones posteriores a la década de los 80.
Pero, si queremos insistir en el terruqueo, para justificar represiones desmedidas y desproporcionadas; debemos reflexionar con cuidado, porque hubo además “un terrorismo de estado” en el pasado; que fue una estrategia de combatir el “terror con el terror”, (aunque hoy el terror viene de un solo lado). Me parece que todos recordamos al grupo “Colina”, que era un grupo de aniquilación, que hasta hoy purgan sentencia.
Lo que vemos ahora, es que reaparecen “locos del rifle” o “del gatillo fácil”; “franco tiradores” que deshumanizan a sus blancos, sonriendo al ver como se desploman sus objetivos ante el impacto de sus balas. Y eso es, según nuestro entender histórico, “una propaganda del terrorismo de estado”; para desarticular las protestas callejeras y normales; es decir, todos “en un mismo saco”.
Hasta la fecha van más de una treintena de muertos protestantes y victimas circunstanciales; sin contar los heridos, y una población resentida contra sus autoridades. ¡No podemos seguir así!
Este gobierno técnicamente de facto, por el uso de la fuerza en contra de la población civil, en procura de aplanar las protestas ciudadanas; debe renunciar llamando a nuevas elecciones.; e irse juntamente con este actual congreso, que no representa el mandato del pueblo.
Y si de verdad, hay congresistas que mantienen sus convicciones patrióticas y representativa, por los intereses del pueblo; deben oponerse al manoseo que los corruptos congresistas quieren hacer del reglamento y la constitución, a favor de los intereses transnacionales.
De lo contrario, serán cómplices de este congreso corrupto, entreguista y traidores a esta patria llamada Perú.
¡Lee la Biblia!
(C.A.S.) / Una opinión sobre nuestra triste y controvertida realidad.