“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua, y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”
(Libro Profético del N.T./Apocalipsis 14:6-7/RVR 1960)
Le rogaba a Dios, que libere la Predica de su Evangelio, para mantener como “pueblo de Dios”, la vigencia del testimonio de Jesucristo, el Señor; y de esta manera toda esa gente amenazada por las catástrofes naturales que se dan hoy en nuestro mundo, y que están pasando trágicamente a la eternidad, tengan la chance de ser salvos. Porque una de las señales de los últimos tiempos que nos revela este libro del Apocalipsis de Jesucristo, es este avivamiento para el “pueblo del Señor”, que es la Predica del Evangelio eterno para todas las naciones; y el Señor me atrajo a este texto bíblico de la profecía última, que contiene este Mensaje Central: “…la hora de su juicio ha llegado.” (Apocalipsis 14: 6-13)
Y efectivamente, es constatable los grandes desastres naturales que amenazan y están arrasando con la forma de vida del hombre del siglo XXI; desastres inesperados, sorprendentes, globales y que son impredecibles en los espaciados entre unos y otros. Y en sus reacciones y expresiones populares, esta generación alude “a que todas las plagas bíblicas son las que han venido sobre nuestros pueblos y a nuestro actual globo terráqueo.”
“Los juicios de Dios” son parte de la Historia de la Salvación registrada en las páginas de la Biblia; dictaminando, moderando y señalando una ruta de superación, para todas esas conductas humanas indeseables de los pueblos, que han perjudicado y pervertido el derecho y la dignidad humana, en su vida colectiva o comunitaria; por lo que han recibido el castigo divino. Porque lo que debemos saber, es que “el pecado es relacional”; es decir, no solo afecta al individuo, sino, además, al prójimo”. Y cuando Dios señala que algo es malo o perjudicial; realmente es malo para cada uno de nosotros y para nuestra vida comunitaria; más que para Dios, o su parecer.
A continuación, una breve lista de los juicios de Dios en la Historia Universal, que se han actualizado hoy, a causa de similares comportamientos generacionales, de los pueblos contemporáneos en nuestro orbe mundano:
* El Diluvio Universal: (Génesis, capítulos 6 al 9). Fue el juicio de Dios que vino sobre la generación de Noé, a causa de la alienante violencia criminal que caracterizaba el comportamiento de ellos; provocando el castigo divino por inundación de la vida humana por agua, y cambiando drásticamente el orden natural de un mundo ante diluviano, por otro pos diluviano. Hoy en día, ésta presente generación actual, mantiene un similar comportamiento, despreciando la vida humana de los semejantes; provocando los modernos juicios de Dios, por severas inundaciones catastróficas de aguas, que arrasa con los espacios de la superficie terrestre, las viviendas y que diezman a las poblaciones de las regiones del mundo. Al final de cuentas, ¿qué fue el Diluvio Universal sino una Gran Lluvia Torrencial? ¡Dios les está hablando!
* Destrucción de Sodoma y Gomorra: (Génesis, capítulo 19). Esta conducta promiscua y homosexual, a la cual la Biblia condena y califica como “sodomía”; trajo el juicio de Dios por un fuego explosivo y destructor que literalmente llovía del cielo, destruyendo a estas ciudades confederadas que abanderaban este extravío moral. El patriarca Abraham intercedió por ellas, cuando Dios le declaró el juicio que vendría contra estas ciudades; pero, no hubo ni diez ciudadanos sodomitas que quisieran ser salvos. Se registra en esta historia, que los ciudadanos sodomitas expresaron su desprecio por lo natural; y en su obsesiva perversión mental, cuando fueron cegados por los ángeles de Dios, aún pretendían ingresar a la casa de Lot, para violentarlos, pensando que eran dos simples jóvenes extranjeros. Hoy en día, esta pretensión de querer imponer al mundo, este estilo moral de vida, para nada perfecto, mediante leyes, ideologías y sanciones; están trayendo estos similares juicios de Dios por fuego, que se manifiestan en incendios forestales y la activación del circulo volcánico que erupcionan, humean, amenazan y arrasan con la superficie del planeta. ¡Dios nos está hablando!
* Las Plagas de Egipto: (Éxodo, capítulos 7 al 12). El término “plaga”, literalmente significa “golpe”; y fueron diez golpes que Dios ejerció sobre Egipto, para ablandar “la dureza del corazón” de faraón, que se resistía a obedecer a Dios, para dejar en libertad al pueblo que había esclavizado por 400 años. Hubieran sido menos o más golpes, pero, en el décimo, faraón dejo en libertad al naciente pueblo de Dios. Aunque otra vez, en su terquedad faraón intentó regresarlos a Egipto; pero, su ejército fue humillado cuando pretendieron pasar por la ruta de salvación, que Dios había abierto en medio del mar, para su pueblo; terminando anegados bajo agua. Hoy en día vemos retornar estas plagas, contra los pueblos endurecidos del mundo, que pretenden desconocer a este verdadero Dios de los cielos, y se resisten a aceptarlo; plagas de granizo, sangre, langostas, tinieblas, pestes de animales; y otras plagas modernas como tornados, tsunamis y hoyos en la tierra, que se abren y se tragan en su cavidad las cosas que están en la superficie.("Números" 16:30-34). Golpes como juicios de Dios, que pretenden ablandar el corazón endurecido de esta generación moderna descreída. ¡Dios te está hablando!
* El auge de la maldad: (Mateo, capítulo 24). Jesucristo, el Señor de las profecías bíblicas y cristianas; describe a la última generación, como una generación infraterna, incapaz de sentir empatía por los diferentes, carente de amor por el semejante; a causa del auge y campeo de la maldad. Y describe, además, el contexto religioso, social y ambiental de los últimos tiempos, declara que “habrá falsos cristos y cristianismos, guerras y rumores de guerras, terremotos en diferentes lugares y pestes”; hasta la aparición en el cielo, por segunda vez, del Mesías Celestial. Es obvio, que se describe a nuestra generación, pues, son los tiempos característicos que estamos viviendo. ¡Dios está hablando a esta generación!
“Las señales de los últimos tiempos:
1.- El último avivamiento será la predicación del Evangelio a todo rincón del mundo; entonces vendrá el fin. (Mateo 24:14)
2.- Los eclipses de la luna color sangre, que lo hemos venido constatando en esta generación, y los eclipses totales de sol, que ha venido y continuará en los próximos años venideros, que muestran al sol literalmente en tinieblas; el fuego y vapor de humo, que describe la activación del circuito volcánico en el mundo, que evidenciamos hoy en día; son las señales proféticas de los últimos tiempos. (Hechos 2: 14-21)
3.- El “gemir” de la creación o del planeta, que literalmente se ha oído en todas las regiones del mundo, y que la gente confunde con el “sonido de las trompetas del Apocalipsis”, es una señal profética que Jesucristo, el Señor, declaró en “Lucas”: 21: 25; y el Apóstol Pablo igualmente, en “Romanos” 8: 22: Este gemir o sonido de la tierra, declara que el planeta ya no soporta más la maldad que hay sobre ella; y clama por su exterminio, su fin definitivo, para dar lugar a esa nueva creación o nuevo mundo, que es la esperanza de los creyentes.
4.- Este fenómeno extraño de continuos relámpagos y truenos, acompañadas de espesas nubes negras, que causan temor en la población, es una señal profética de los juicios de Dios; Dios está dando “voces” y está declarando que está cercano a los acontecimientos de nuestra Tierra, para constatar y juzgar nuestro comportamiento generacional.Pues, la palabra “trueno” significa “voz de Dios”, “juicios de Dios”.(” Éxodo” 19:16)
5.-Las Cuatro Primeras Trompetas de la Gran Tribulación Apocalíptica, que se sonarán eminentemente en un futuro no muy lejano; más que el sonido, serán los acontecimientos o hechos mundiales que sucederán como parte del juicio de Dios. El toque de la Primera Trompeta traerá un desastre forestal que quemará “la tercera parte de los árboles y de la hierba del mundo”; provocado descriptivamente por una erupción volcánica. La Segunda y Tercera Trompeta, traerán la caída de dos meteoritos; provocando el primero la conversión del color del mar en sangre, matando la tercera parte de los seres acuáticos y destruyendo la tercera parte de los barcos acorazados y comerciales que encallan sobre el mar. El segundo meteorito caerá sobre los ríos y fuentes de agua dulce, contaminándolas en su tercera parte, provocando la muerte masiva de vidas humanas. En el toque de la cuarta trompeta, es herida la tercera parte del sol, la luna y las estrellas, por un fenómeno cósmico, trayendo como consecuencia la oscuridad de la tercera parte de la luz natural de cada uno de ellos, aperturando la vida de un mundo a media luz. (Apocalipsis 8: 6-12). ¡Dios nos advierte!
Epílogo. –
Hoy es tiempo de salvación; dejemos la práctica de la maldad; busquemos a Dios y pongamos nuestra fe en aquel Jesucristo, que murió en la cruz del calvario por nuestra salvación.
Dijo el Señor Jesucristo: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”. (“Juan” 6:47)
¡Lee la Biblia!
(C.A.S.) / Un llamado al arrepentimiento y a la fe de Jesús, el Hijo de Dios