I
Se propicio oh Dios, a nuestra humanidad que se deshumaniza; y a sus males que son continuos, amenazando la existencia planetaria.
II
Se propicio oh Dios, a los políticos del siglo XXI, que son seres monstruosamente egoístas y que se mueven en sus propios intereses. En contraste a aquellos políticos del siglo XX, que eran idealistas y formados en valores de decencia y honorabilidad.
III
Se propicio oh Dios, a los gobiernos del mundo actual, que están coaptados por un sistema que los controla y les condicionan a desinteresarse de esa mayoría postergada y maltratada socialmente. Antaño, erase una vez la democracia como el sistema ideal, para representar y servir al pueblo; esta democracia hoy, es una burla a la inteligencia popular.
IV
Se propicio oh Dios, a esos ricos dominantes en el planeta, incapaces de dar beneficios a los muchos y de visualizar un mundo compartido por igual.
V
Se propicio oh Dios, a esta generación actual y a sus filosofías de la vida, expresadas y representadas en esas “culturas gay”; “culturas de violencia”; “culturas de lo banal”; “culturas delincuenciales”; “culturas devotas de la muerte” y “culturas del desprecio a la vida”.
VI
Se propicio oh Dios, a este planeta que se estremece por tanta sangre derramada en su suelo y por esa crueldad que ejerce el hombre contra el hombre.
VII
Se propicio oh Dios, a los gobernantes, a los poderosos, a los ricos, a los pobres, a los religiosos y a la civilidad global, que engañados creen que el oro lo es todo, prostituyendo su alma y su intelecto, para obtener una prebenda, Sin entender todavía “que no se puede servir a dos señores”, porque se será fiel a uno de ellos e infiel al otro. Además, ignoran que el oro no puede pagar, para evitar los males que se vienen bajo este sol.
VIII
Se propicio oh Dios, a esta nueva sociedad compuesta por los indignados del mundo y los gobernantes políticos insensibles e ineficientes, para revertir la justicia y los beneficios a favor de estas mayorías desesperadas porque le roban su futuro.
IX
Se propició oh Dios, a ese encuentro con tu pueblo en el mundo, en tu retorno inminente a esta tierra. Que dejemos la tradición y a esos liderazgos ayos que esclavizan el pensamiento y la libre conciencia, de hombres y mujeres santos, que con sencillez te sirven, te esperan y se desviven por tu presencia y tu palabra cada día.
X
A pesar de lo que somos, aunque cada vez hacemos de nuestro planeta un lugar invivible, aunque somos criaturas falibles y aunque la peor amenaza para nuestra especie somos nosotros mismos; oh Dios, se propicio a nosotros tus criaturas; y cambia nuestra actitud destructiva por una actitud constructiva.
XI
Ayúdanos oh Dios, en esa lucha bipolar del espíritu y de la naturaleza humana, a engrandecer el bien en cada uno de nosotros y a controlar el mal.
XII
¡Gracias! oh Dios, porque nos guardaste y fuiste benévolo con nosotros, en el año que se va, a pesar de que no lo merecíamos.
XIII
¡Gracias! Oh Dios, porque nosotros sabemos que eres Tú el soporte de toda tu creación; y que hemos llegado a este nuevo año 2013 por causa del testimonio y la gloria de Jesucristo, tu hijo, que ha de ser proclamado y reconocido en todo tiempo.
XIV
Se propicio oh Dios, a nuestro mundo pecador y encamínanos a la reconciliación contigo y con nosotros mismos, para que volvamos a ser esa humanidad de bien que Tú creaste.
XV
En el nombre y por los méritos de tu hijo amado Jesús. ¡Amén!
Cèsar A. Salinas (C.A.S.)/Una oraciòn por un nuevo año