(Artículo colgado hace 3 años atrás)
“Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y Uno más Alto está sobre ellos.” (La Biblia, Eclesiastés 5:8)
En el Perú se ha hecho memoria del 5 de Abril de 1992, hace 23 años, cuando un profesor-rector de la Universidad Agraria, de nacionalidad japonés, ingeniero agrónomo de profesión y electo presidente de la república, decidió cerrar anticonstitucionalmente el congreso, en el cual reside el poder legislativo, poder que conforma la estructura del Estado Peruano; calificándose a este hecho como un autogolpe.
Algunos analistas peruanos han escrito sobre lo que estaba detrás de este autogolpe, señalando personajes, motivos y proyectos que para nada buscaban el bien del país; sino que desde un principio quisieron hacer del Estado Peruano y de sus Instituciones Públicas, una coartada perfecta para delinquir y hacer negociados a oscuras y a fuerza de “decretos” y “leyes”, para beneficio de intereses muy particulares. Este Gobierno de los 90 que hoy juzgamos, trastocò todos los poderes, las instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación y el orden social, sometiéndolos y persiguiendo toda oposición que se resistiera.
“¡Ha sido un acto de Dios!”, el retorno del Perú a un orden democrático, decía un analista latinoamericano y ex mandatario, luego de saberse la renuncia de Fujimori a su tercer periodo presidencial fraudulento; “en mi país, este retorno se consiguió con la revolución armada”, decía este analista.
Considero que el mayor resultado del 5 de Abril, fue que el país se dividió, para despertar después, a los indignados peruanos que se pusieron de pie, para marchar en las calles y resistir frontalmente a ese gobierno que sabían corrupto y delincuencial, luego de constatarse todos los abusos de Fujimori y Montesinos. Estos peruanos indignados dijeron: ¡Basta ya!
Es bueno recordar y tener presente esta verdad, que en nuestro país, dentro de un poco más del 50% de su población, se encuentra nuestra reserva moral y una clase de peruanos indoblegables y dignos, que dejaron un ejemplo de vida, en medio de ese reino de corrupción pasado. Y estos indignados peruanos no temieron sufrir persecución, se enfrentaron a estos dictadorzuelos, manteniendo su integridad moral. Entre ellos, señores periodistas, peruanos ilustres, funcionarios públicos, políticos, artistas, intelectuales, religiosos, empresarios privados, policías y militares, hombres del pueblo y amantes de la madre patria; se alinearon para marchar y derrotar en las calles a esa dictadura delincuencial.
El 5 de Abril de 1992, se pateó la Constitución de 1979, aquella que fijo el retorno de una tradición, de un gobierno militar golpista, a un gobierno civil democrático y que perfilaba al estado peruano hacia un vocación de desarrollo social del país; además, dejó al país fuera del orden constitucional, para ser guiados ahora, por la aventura de las ocurrencias de un mandatario, que quiso ponerse por encima de la Ley. Se dice, para maquillar, que fue la presión externa internacional, que demandó al presidente Fujimori volver al orden constitucional, seguramente; pero, no podía ser por la Constitución de 1979, pues, ésta ya descartaba a Fujimori, por haber infringido su principal función como ejecutivo: “Cumplir y hacer cumplir toda la constitución”. Así que la salida fue la nueva Constitución de 1993, resultante de una Asamblea Constituyente y previo referéndum. Constitución que marcó la apertura de la economía peruana al libre mercado; y que abrió las puertas del país de par en par, a los intereses económicos particulares de mala práctica, que fungían de asesores económicos, y que vinieron pasando desapercibidos hasta hoy, y que aprovechándose de esa coyuntura, se enquistaron en el poder, dedicándose a sobornar y corromper conciencias nacionales, logrando artificiosamente colocar sus alfiles y peones, en los tableros de mando del país, para favorecer y resguardar sus intereses mezquinos y particulares, en contra del Perú. Según una investigación periodística del Canal del Pueblo RBC TV y de su analista en ese entonces Raúl Wiener, hay personajes en las instancias del Estado, que se vienen desempeñando de manera rotativa y repetitiva, desde hace 23 años, como si no hubieran peruanos capaces en el Perú, y que estos personajes responden a esos intereses posesionados en el país, desde la coyuntura del 5 de Abril.
Según la tesis de Ricardo Belmont, este gran peruano, ejemplo de empresario decente y hombre político “sin medias tintas”, un capitalista mexicano de medios de comunicación, al cual él llama “el fantasma”, trató de apoderarse del canal RBC TV, de manera ilegal, para integrarlo a su conglomerado de medios que este señor tiene ilegalmente en el Perú; denunciando que RBC TV es un canal incómodo para los que se están alineando en un enfoque pro inversión extranjera, privatización y control mediático del actual gobierno. Belmont representa a ese periodismo y medio de comunicación, independiente, que también vale la pena recalcar, surge del 5 de Abril, que ofrecieron la resistencia confrontacional contra la dictadura y que la persecución política que se ejerció contra él y su medio, no pudieron doblegar.
¿Para qué la acumulación de tantos medios de comunicación? ¿Cuál sería la rentabilidad de ese conglomerado mediático? Pues, bien, ponerlo al servicio de un gobierno dictador, o de la gran inversión, o en el último de los casos, al mejor postor, para alinear la opinión pública y someterla, ocultando noticias importantes de interés para el país, y poniendo noticias menos importantes e intrascendentes para la transformación del país.
Los medios de comunicación más populares han sido secuestrados en nuestro país, por el poder económico privado paralelo a la economía peruana; y sus periodistas han vendido su alma profesional. Para ellos ahora, todo es dinero, y solo dinero. Y esto no es una práctica reciente en el Perú; esta práctica tiene dimensiones internacionales, que se aplican a conglomerados y medios de comunicación de masiva preferencia popular. Por eso vemos o escuchamos noticias irrelevantes; mientras que las noticias que tienen que ver con la realidad de un país y con su trascendental destino, se ocultan. Por eso crece la indignación en el mundo, porque mientras los medios dicen: “Estamos bien”; los indignados del mundo dicen: “¡No señores!, no estamos bien, y algo huele mal en esas políticas gubernamentales que no favorecen a una economía nacional”
Es que en este actual sistema de ricos, este sistema se hizo inicialmente no para que los ricos en general, sino para que los más ricos en el mundo se beneficiaran. Y eso hay que ocultar, y manipular la opinión pública haciéndoles creer que todo está bien.
Si la democracia es el sistema ideal para la alternancia y el equilibrio de los poderes gubernamentales; lo que está en crisis hoy es la representación de los gobiernos de un país, y están en crisis hoy, porque ellos no responden a la voluntad ni al bienestar del pueblo. Lo que tenemos hasta hoy, son gobiernos corruptos y preocupados por gobernar para un sistema económico internacional, desatendiendo el clamor del pueblo a mejorar el país.
La indignación en el mundo contra los gobiernos insensibles e ineficientes no solo seguirá creciendo, sino que demandarán la revisión y el cambio de modelo de la tradicional representación de un pueblo, por un gobierno central. Los indignados de hoy, no recurren a las armas, sino a su protesta inteligente y racional en las calles, dejándose oír y mediante un lenguaje gestual, decirle al mundo que no es verdad, no todo está bien en mi país, ni en mi región.
No se dejen provocar por la violencia, porque hay fuerzas que quieren descalificar estas protestas de indignación en el mundo.
Ese poco más del 50% de la población peruana, debe alinearse para confrontar toda realidad maquillada mediáticamente, y pedagógicamente informar y crear conciencia nacional, a esa otra mitad adormecida y anestesiada por los medios desinformativos.
Para terminar, quisiera reflexionar sobre estas verdades bíblicas:
“Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; más los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud.”
“Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen,…”
“…hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos...”
(La Biblia, Eclesiastés 8: 10, 12,14)
¡Lee la Biblia!
(C.A.S.) Clasifíquese al presente artículo, como una reflexión, comentario y critica personal.