“El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto." (La Biblia: Eclesiastés 5:10)
Este texto bíblico nos explica la razón de ser, de estos grandes angurrientos que nunca se sacian de tener y querer más dinero, más abundancia material, para satisfacer sus egoísmos y sus sueños más aberrantes.
En el mundo y especialmente en nuestra región, la corrupción es hoy históricamente, la marca de nuestros tiempos. Corrupción que se combate con muy poca eficacia y voluntad política; porque los investigados y procesados, son las propias autoridades y los gestores de las grandes inversiones económicas. Pero, hasta el momento, si por inducción o deducción, las visiones críticas, analíticas y racionales que hemos venido desarrollando, han sido visiones muy sesgadas acerca de la corrupción; es decir, en “la foto” se enfoca a la víctima o al corrupto; pero, no se muestra ni siquiera la mano del corruptor. Flotando en el aire la siguiente pregunta: ¿quiénes son o que grupo son los que han venido poniendo el dinero en maleta, en bolsa o en la mesa para corromper autoridades y funcionarios públicos?
Nuestra coyuntura peruana actual, se distingue por el protagonismo de ex procuradores, políticos, candidatos y periodistas leguleyos. Ex procuradores opinantes y éticamente indiscretos, que confunden el fuero judicial con los set de TV, distrayendo a la opinión pública de su deseo de saber por los verdaderos culpables ya capturados. Ahora nos damos cuenta, de cómo un proceso judicial puede durar todo un quinquenio, para al final archivarse todo caso de delito escandalosamente evidente; por causa de leguleyos que se van por las ramas para acusar a medio mundo, en base a dichos o pareceres; pero, evadiendo acusar a los culpables directos del caso que procesan.
Y los políticos, candidatos y periodistas leguleyos, traen el debate a la estratosfera, acerca de la nueva ley de régimen especial de trabajo para jóvenes sin experiencia laboral; mientras que los jóvenes a quienes se les quiso favorecer con esta ley, siguen en el mundo y tiempo real, “pateando lata, sin oficio ni beneficio”.
Es evidente que la actual oposición al gobierno de Gana Perú, tiene por objetivo paralizar toda iniciativa del ejecutivo, en lo que le resta de tiempo en el poder, para que los grupos políticos y económicos interesados, se puedan perfilar con sus proyectos políticos y comerciales para el 2016.
Causa extrañeza que aquellos grupos políticos y económicos, que impusieron la “hoja de ruta” al actual gobierno; desde un comienzo han estado repitiendo a través de sus grandes medios, que este gobierno “ha traicionado el proyecto de la gran transformación”. Sin embargo, cuando el actual gobierno habla de comprar Repsol e industrializar nacionalmente este sector energético, para beneficio y uso doméstico; saltan hasta el techo desde sus asientos.
Volviendo al tema de la corrupción y los destapes de lobbies, centralitas, mafias y personajes emblemáticos en nexos de influencias con empresas fraudulentas o limitadas; como diría alguien: “se están aprovechando del pánico colectivo”, de un lado, los negocios que licitan con en el estado, para eliminar toda competencia de los negocios similares que se encuentran en el otro lado, y a los cuales dedican todo su enfoque de denuncias o críticas. Pero, los otros conglomerados comerciales de este lado, permanecen intocables y pasan desapercibidos mediáticamente.
A todos los peruanos nos consta, que este es el tercer gobierno nacional obstaculizado por grupos políticos y económicos, que han sometido los proyectos sociales de cada gobierno, para imponerles una misma línea política de “manejo económico”, a favor de los mismos de siempre.
Cada vez está más claro; que el proyecto político y económico de los 90, que nos insertó a una economía global y a su paso por toda esa transición, de una economía social a la global; no fue un proyecto peruano, sino privado-extranjero. Y que su método de imponerse y posesionarse en la política de gobierno; ha sido corrompiendo a sus gobernantes. Otra hubiera sido la historia desde la década de los 90, si no hubieran sido corrompidos sus gobernantes y autoridades, por los grupos económicos posesionados en el país, y nadie estaría sufriendo pena de carcelería.
Es ingenuo vituperar y criticar negativamente al ejecutivo, señalándole mil defectos en lo personal y en su estilo de liderazgo; esperando que basta con que se elija a otra persona mejor como presidente de la república; y todo se superará mágicamente. Sin comprender que el mismo proyecto político y económico de la llamada derecha, se mantendrá para el 2016; nos meterán por los ojos día a día a su candidato; y elegido el próximo ejecutivo, quien sea, lo someterán a su línea política para que se maneje la economía nacional en el mismo modo.
El proceso electoral del 2016, será un ciclo más repetitivo; y hasta ahora han demostrado que son efectivos los grupos políticos y económicos posesionados en el país en estas dos décadas. Lo efectivo es que mantienen su alianza de intereses comunes; y estratégicamente dividen a sus adversarios políticos y desprestigian con su gran prensa, a las autoridades no sumisas a sus intereses.
Debemos tener una alianza los ciudadanos y políticos partidarios, para rescatar al país y traerlo a una época diferente de desarrollo y recuperación de nuestra dignidad nacional; que salga quien salga elegido, apoyarlo hasta el final de su gobierno. El problema de la unidad o de la división, no es un problema solo de la izquierda; tenemos que proponernos un proyecto político de unidad entre las fuerzas positivas de nuestro país, para las elecciones del 2016.
Dejemos de ser ingenuos, y no hagamos eco a ese estribillo repetitivo de “traición a la gran transformación”; porque como ejemplo, digo, si el ejecutivo propusiera cambiar la Constitución Política del Perú, especialmente en sus artículos económicos, el actual Congreso ¿lo aprobaría o apoyaría?
Tenemos una oportunidad de ensayar la unidad por el país; apoyemos al ejecutivo a terminar su gobierno. Pero, si no podemos hacerlo, tampoco podremos apoyar al que venga después, que tengan por seguro, que será atacado igual, si no es del grupo de los amigotes.
Se quiere despedir lapidando al gobierno municipal saliente, y se quiere hacer el equivalente de este gobierno central de Gana Perú, con anteriores gobiernos corruptos; pero, esa equivalencia es desproporcional. Como decía antes, la intención es barrer toda competencia y acaparar “el mercado de los negocios-varios”.
Nuestro país está plagado de corruptos y es inevitable no rozarnos con ellos; pero, si debiéramos cambiar nuestra percepción de la corrupción, y poner en la “foto”, no solamente a las víctimas o corruptos, sino también, a los grandes corruptores que han maleado al país, especialmente a su clase política y autoridades.
“Codiciàs, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
(La Biblia: Santiago 4:2,3)
¡Lee la Biblia!
C.A.S./ Ensayo reflexivo e hipotético acerca de la realidad nacional