"Perú de mis amores"

“…porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

¿Quieres pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien.”

(Romanos 13:1,3)

En el “Perú de mis amores”, para bien o para mal, cualquier cosa puede suceder; ayer no más, “erase una vez…” que teníamos un presidente de la república del Perú, bastante cuestionado, y hoy hemos sido testigo de la instalación de un nuevo presidente del Perú. Pero, así se dan siempre las circunstancias que matizan una historia.

Y si de gusto o de opinión se trata, si quisiéramos comparar que fue más constitucional: ¿El cierre del congreso anterior o la vacancia del presidente saliente por el actual congreso? Yo considero que más de la mitad del Perú, estaría de acuerdo en afirmar que esta efectiva vacancia presidencial, ha sido más apegada y legítimamente constitucional, que lo que puedan considerar esos tribunos que dejaron pasar esa anomalía de nuestra historia reciente, que fue el cierre del congreso anterior. Y ha sido una transición clara y sin sobresaltos, diferente a lo que causaron militares y policías con su intromisión en la gesta de esta misma historia.

Hay gente en la calle protestando, queriendo promover “la causa de la sinrazón;” porque la vacancia presidencial se ha dado según la Constitución del Perú; y lo más determinante de este hecho, ha sido la aceptación del mismo señor Martín Vizcarra de la legalidad de este dictamen, por la Representación Nacional Congresal.

Además, debiéramos tener presente y reflexionar, acerca del “partido político la gran concentración”, quienes han sido los promotores indirectos de esta vacancia, delatando publica y mediáticamente, estos destapes del áurea corrupta del señor Vizcarra, como funcionario público. Y ahora, estos mismos promotores indirectos, quieren enfocar al Congreso de la República como los malos de esta película recién estrenada.

En mi opinión, este cambio presidencial constitucional, le favorece al presidente vacado y a sus ministros; porque por el momento, no darán cuenta sobre todo lo que ha sido el manejo de la economía nacional, en la crítica pandemia de nuestro contexto social. Y para el nuevo gobierno, recaerán todas las culpas, errores y elogios que tendrán que cargar del gobierno saliente.

Por esto mismo, urge un equipo ministerial no solo de ancha base, sino de personajes con experiencia en el gobierno y de intachable conducta que hay muchos; y no hay que hacerle mucho caso a la dictadura “del partido político la gran concentración”, que tienen una manía por dividir y desprestigiar a los partidos políticos, siguiendo la orden de “su gran jefe”.

Así que, si esos personajes confiables están en nuestro mismo partido, pues, convoquémosles, porque el tiempo y la crisis económica y social apremian.

Este Congreso, me parece, se ha agigantado, restituyendo su dignidad institucional ante el ejecutivo; y dando este paso histórico de hacer prevalecer la “ley de vacancia”. Pero, ahora, además, debe seguir este ejercicio de lucha contra la corrupción, apuntalando a esa ignominia que ha llegado a ser esta nombrada reforma de la justicia; que en la practica solo ha sido un “cambalache”, es decir: “sacamos a los otros, para poner en su lugar a los de nosotros”. Y esto, nos ha traído como resultado, jueces y fiscales manipulables, figuretes, carceleros; mudos, ciegos y sordos por la justicia; que nunca ganan nada a favor del país, pero que llenan de favores y ventajas a los grandes delincuentes. A esos, dicen, “que ponen y sacan presidentes”.

Dios te guarde, te sane y te prospere, ¡bendito! Perú de mis amores.

¡Lee la Biblia!

(C.A.S.) / Opinando sobre la transición presidencial del Perú