De una de las epístolas paulinas más antigua, clasificada temáticamente como fundamentalmente escatológica, hemos extraído el siguiente pasaje bíblico:
“…que cuando digan PAZ y SEGURIDAD, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.” (1ra. Tesalonicenses 5:3/RVR 1960)
Según los “signos proféticos de los tiempos”, las señales últimas que indicarían la próxima venida de Cristo, el Señor, se han cumplido. Es decir, “el auge de la maldad”, “la incapacidad de amor fraternal, en la presente generación”, “la violencia cotidiana y criminal, que nos marca y nos asemeja a la generación de Noé”, “los terremotos y desastres simultáneos, recurrentes”, “el cambio climático”, “los falsos cristos o religiones sincréticas”, “la emisión de fuego y vapor de humo volcánico” , “ los rumores de guerra nuclear y uso de armas virulentas”, “las guerras genocidas y fratricidas de nunca acabar en regiones del mundo, que perduran en pleno siglo XXI”,etc.,etc. ; son los indicadores de estas señales de los tiempos finales de la historia de la humanidad, según las advertencias bíblicas.
La última señal previa a la venida del Señor y al periodo inicial de la “Gran Tribulación”, es “la aparición del anti-Cristo”, quién resolverá estos problemas mundiales “de paz y seguridad”, que agobian a los países en todo el orbe planetario y que no han podido resolver.
En esta epístola paulina a los Tesalonicenses, se nota un orden de la doctrina cristiana escatológica, al menos en la concepción de la primera generación de cristianos del primer siglo de la Iglesia. En 1ra Tesalonicenses 4: 11-18 y 5: 1-11, encontramos lo siguiente:
A) El orden de la resurrección, en la Venida de Cristo; primero resucitan los muertos en la esperanza cristiana y después los cristianos que están vivos y expectantes de su retorno, serán transformados en un pestañar, de un cuerpo mortal a un cuerpo glorioso. (4: 16,17)
B) El orden de los tiempos; el Señor vendrá de manera inesperada, “como ladrón en la noche”, sin previo aviso. (5: 1,2)
C) El problema de paz y seguridad, estará resuelto y establecido mundialmente; la última generación estará descansada en este nuevo orden político-social, hasta que se dé inicio al periodo de la justicia y juicios de Dios, sobre esta tierra. (5: 3)
D) Antes que venga el Señor Jesús, reafirma este pasaje en 2da. Tesalonicenses (2: 3,4) vendrá el anti-Cristo; llamado en esta epístola: “el hombre de pecado”, “hijo de perdición”, “impostor”, “inicuo”, “obra de Satanás”, “falso profeta” (2:8). Al cual el Señor destruirá con el resplandor de su venida (2: 8-10)
En los acontecimientos mundiales de la presente historia de la humanidad, se están dando las condiciones para la aparición del anti-Cristo. La globalización y su axiomática crisis económica, a razón de sostener este modelo injusto y excluyente de distribución de las riquezas. El desarrollo de un sistema filosófico de vida fundamentada en los anti- valores o anti-cristiana, o en algunos casos, anti-humana. El uso de un sistema de cálculo algorítmico financiero basado en los números 666, y que codifica a todo producto comercial, etiquetados a manera de códigos de barras; “nadie puede comprar ni vender”, sin la etiqueta de este sistema 666 de código de barra que realiza operaciones matemáticas en computadora, con fines de contabilidad comercial. Un sistema democrático decadente y corrupto en la práctica, en que unos pocos se benefician y controlan a una nación, pervertiendo a este sistema democrático tradicional, manipulando una realidad nacional utilizando maquillajes mediáticos y embaucando la voluntad popular, prometiendo e incumpliendo las grandes reformas sociales, necesarias para instaurar un gobierno de justicia y de equidad.
Y ahora último, estos fenómenos de conflictos sociales expresados por los indignados del mundo, que contradicen las bondades de este sistema económico global, que ha convertido a los pueblos del orbe y de sus ciudadanías, en una simple mercancía, apetecible o detestable para unos pocos beneficiarios de este sistema, sobre muchos. Y una inseguridad ciudadana y social, que refleja las graves y grandes corruptelas internacionales y de una nación, que destruye los valores morales, que no inspira autoridad ni respeto, y que fácticamente convierten los territorios o las grandes ciudades, en “tierra de nadie”. Esta inseguridad sangrienta, amenazante, creciente y latente, es el mal social contemporáneo que afrontan todos los gobiernos del mundo, y que ninguna política de seguridad nacional ha podido resolver; pasa en Estados Unidos, en Perú, en Europa y en el mundo entero.
El perfil del “anti-Cristo”, según las referencias bíblicas proféticas, es la de ser un líder global; aceptado y aclamado mundialmente, por lograr resolver el “problema de paz y seguridad”que agobian al mundo, imponiendo un sistema político-social, comercial y religioso, basado en los números “666”. Además, este engendro sobre-humano, hará grandes prodigios con fines de embaucar a los líderes del mundo. La mala noticia es que impondrá el nuevo orden de “paz y seguridad política-social” en el mundo, de una manera dictatorial; hará rodar cabezas y mediante el terror a su maquinaria decapitadora de cabezas humanas, someterá al mundo, alineándolo a sus dictados.
Ya se ve la tendencia dictatorial en las políticas masivas que tratan de ordenar al mundo actual; mostrándose en las dictaduras de unos pocos sobre muchos; dictaduras de los grandes intereses; dictaduras de las mentiras mediáticas; dictaduras de las derechas y de las izquierdas en el mundo; dictaduras de las protestas ciudadanas y de las calles; dictaduras del delito; dictaduras de la corrupción; dictaduras de las ego-cracias políticas; dictaduras del status quo; dictaduras de las masas y de los menos favorecidos del actual sistema económico de ricos. En la actual tendencia política y social, nos estamos dirigiendo hacia la más grande y perversa de las dictaduras, que será la dictadura del “anti-Cristo”.
¿Qué haremos los cristianos y toda persona de buena voluntad en querer rescatar al mundo?: Fijar posiciones, para ser la contra parte de toda esta corriente de corruptela en el mundo; como dice proféticamente las Santas Escrituras:
“El que es injusto sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía” (Apocalipsis 22:11)
¿Cómo diferenciar al verdadero Cristo del falso Cristo?: El verdadero Cristo no pisará la tierra nuevamente; sino que vendrá en “una nube blanca y todo ojo humano lo verá suspendido en el aire”. El falso Cristo aparecerá en un punto geográfico del planeta, alegando sometimiento y adoración de toda nación; ante lo cual Jesús nos enseñó:
“Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no le creàis” (Mateo 24:23)
¡Lee la Biblia!
"...Adora a Dios; porque el testimonio de Jesùs es el espìritu de la profecìa"
(Apocalìpsis 19:10)
(C.A.S.)/César Augusto Salinas: Una reflexión profética escatológica.