“Algunos a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad; los unos anuncian a Cristo… no sinceramente,…pero los otros por amor….” (Filipenses 1:15-18)
Este pasaje bíblico corresponde a una de las Epístolas Paulinas Eclesiológicas, que enuncian principios y reafirma lo que es la solvencia de la “ética misionera y servicio cristiano”, a favor del testimonio al mundo del Evangelio de Jesucristo, como Modelo de “nueva vida” en Dios.
En este pasaje aludido, se señala que hay “motivos incorrectos” en algunos que aparentemente “predican de Cristo”; “motivos incorrectos” a los cuales se les nombra: envidia, pelea, fingimiento, deseo de perjudicar a otros y pretexto de otras intenciones. Y se nombra también, los “motivos correctos” de los otros: buena voluntad, amor, deseo de consolar al que está en una situación desventajada y verdad.
Sabemos cómo creyente que cuando hacemos alguna obra o servicio a causa de la fe, Dios “mira el corazón”, examinando que motivos interiores nos mueven a hacer lo que hacemos.
Como seres humanos, somos seres sociables, nos movemos en medio de la sociedad estructurada de la que somos partes; motivados por nuestras propias necesidades, intereses, valores, deseos, anhelos, ideales, sueños, empeños por hacer mejor las cosas, etc.
Vivimos un momento de mucha emotividad en los momentos actuales; en el mundo religioso, por la elección “bien pensada” de un nuevo líder religioso de la “iglesia jerárquica tradicional”, que la oxigena de todas esas críticas y malas miradas por sus escándalos evidenciados. Aunque reflexivamente, sabemos que una cosa es la “imagen” que mediatizamos, y otra cosa es el “contenido” dentro de una envoltura. Dios quiera, que imagen y contenido de algo positivo, se correspondan, para no defraudar más al pueblo religioso en el mundo, y que vengan tiempos de renovación espiritual y moral.
En la región sudamericana, la pérdida irreparable del presidente que ha sido el referente contestatario, independentista e integracionista, más apasionado y confrontacional; el que en vida fue Hugo Chávez Frías. ¡Descanse en paz! En nuestra región todavía tenemos presidentes latinoamericanos, con una visión de unidad regional, de dignidad y de independentismo de sistemas económicos depredadores, para guiar nuestros propios destinos, a favor de nuestros pueblos.
En Lima-Perú, nuestra coyuntura actual enmarcada de una Revocatoria Municipal Inédita y Experimental, que interesantemente convocò a una “exposición de motivos”, a los partidarios del “Si” y del “No”. Y que interesantemente también, puede haber sido la ilustración de la reflexión del pasaje bíblico meditado al comienzo de este artículo; de personas guiadas partidariamente por “motivos incorrectos” y otros guiados por “motivos correctos”.
Ha sido toda una exhibición de la “titeretada”, en que “los revocadores ocultos” detrás de los “revocadores públicos y conocidos”, hicieron en este proceso previo a este 17 de Marzo. Era sorprendente, como algunos personajes en sus motivos incorrectos, se han venido “quemando pública y políticamente” al “estilo bonzo”.
Lo positivo de este proceso revocatorio municipal experimental en la ciudad de Lima, Perú, es que ha puesto de pie a esos políticos de carrera, dignos y decentes, y a todos esos líderes de opinión y limeños que representan a nuestras inteligencias y reserva moral; para de manera concertada y con un sentido altamente cívico y ético, fijar posiciones y enseñar que la política en el Perú, todavía puede ser rescatable y decente.
Ojalà que esta concertación de políticos y peruanos valiosos en general, continúe después de este 17 de Marzo; pues el país necesita de la ayuda de sus mejores personas, para sacarla de esta crisis ética, en que se encuentra estancada la política y sus políticos en el Perú.
Mientras tanto, mi voto es un “¡No!” rotundo.
40 veces ¡No!, dirigido a esos revocadores ocultos que les sobra el dinero, y que angurrientamente nunca se sacian de ganar más para ellos mismos. ¡No!, a esas autoridades volubles y caprichosas que avalaron a este fenómeno anómalo llamado “revocatoria”. ¡No!, a esos políticos que han puesto en crisis la ética de la política en nuestro Perú.
Dios salve a nuestra nación y ayude a toda persona de buena voluntad, en sacar adelante a nuestra sociedad peruana.
¡Lee la Biblia!
César A. Salinas/ Una opinión personal