“…no he venido para abrogar la ley o los profetas, no he venido a abolir, sino a cumplir; …
De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos…”
(“El Sermón del Monte” / “Mateo” 5: 17-19)
En el marco de la COP 27, celebrado en Egipto el día 13 de noviembre del 2022, un grupo de religiosos interconfesionales e interculturales, se atribuyeron la representación de todas las “religiones institucionales del mundo”, pretendiendo subir al histórico Monte Sinaí, para emular el “quiebre de la vieja tabla de la ley moral ordenada divinamente”; y proclamar los diez nuevos mandamientos sobre el Clima.
Estos son:
1) Somos administradores del mundo
2) La creación manifiesta la divinidad
3) Todo en la vida está interconectado
4) No hagas daño
5) Cuida el mañana
6) Elévate por encima de tu ego por nuestro mundo
7) Cambiar nuestro clima interior
8) Arrepentirse y volver
9) Cada acción importa
10) Usa la mente y corazón abierto
Como este decálogo sobre el clima se ha hecho de manera muy genérica en sus contenidos; quiero hacer una relectura desde las percepciones de las realidades sociales, que marcan nuestras historias recientes y desde nuestra conciencia y convicciones cristianas:
Decálogo sobre el Clima: (Relectura)
1) Somos administradores del mundo: Por delegación divina; con responsabilidad y soberanía nacional; sin contraponer los intereses particulares de unos pocos, en contra de la continuidad de la existencia y bienestar de los pueblos.
2) La creación manifiesta la divinidad: Por tanto, sus estados benignos o catastróficos, se explican por el tratado de los juicios divinos; cuándo los moradores de la tierra mantienen o trasgreden los códigos morales de convivencia.
3) Todo en la vida está interconectado: Por lo que, el bien o el mal que hagamos; la contaminación o daño que hagamos a una parte de la tierra se nos volverá y repercutirá en toda ella.
4) No hagas daño: Con tus armas manipuladoras del clima; con tus bombas y guerras; con la explotación indiscriminada y codiciosa de los recursos naturales dé la tierra, el aire y el mar. Ni con tus artificiales plagas.
5) Cuida el mañana: Porque todo lo que hacemos y todo lo malo que permitimos que nos pase hoy, sin redirigir y cambiar nuestras acciones, se convertirá en el mañana inexorable que nos espera.
6) Elévate por encima de tu ego por nuestro mundo: Pero, sin perder tu autoestima y conciencia; sin convertirte en una manada irracional, manipulable y atemorizada.
7) Cambiar nuestro clima interior: Especialmente, ese clima de apatía por el mundo del otro.
8) Arrepentirse y volver: Especialmente, de nuestros egoísmos y desprecio por la vida y futuro del otro. Y convirtámonos en seres solidarios y constructores del bien común.
9) Cada acción importa: Sea de una multitud o de una persona; buena o mala; obteniendo al final sus efectos multiplicadores y de contagio a otros.
10) Usa la mente y corazón abierto: Para apreciar tu casa planetaria. Recordar tu humanidad; tu ser racional, moral, cultural y espiritual; tu capacidad de amar; tu fe y esperanza. Evitando toda censura, intereses obtusos, odios e intolerancias.
¡Lee la Biblia!
(C.A.S.) / Una relectura critica por un seguidor de Jesús, el Mesías