“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”
(Epístola a los Filipenses 4: 4-6/RVR 1960)
Se nos exhorta a tener presente la “alegría cristiana”; que produce en nosotros el ser gentil con los demás, y que no debe ser opacada por el afán del corto y largo plazo. Debemos alegrarnos, porque el Señor está cerca a nuestro drama de vida; y nosotros como cristianos hemos probado la eficacia de las peticiones, oraciones y ruegos dirigidos a nuestro Dios.
Así que, hermanos en Cristo, ¡alegrémonos! Porque el Señor ha sido con nosotros en todo ese año 2020 que se fue; y aunque muchos de nuestros consiervos han muerto, ellos han obtenido la ganancia del descanso y consuelo eterno, por el Dios de nuestra Esperanza.
Que en este nuevo año 2021 todos nuestros afanes futuros y presentes, sean conocidos en oración por nuestro Dios; y que su cercanía divina protectora y benefactora, siga generando en nuestras vidas ¡la alegría cristiana!
En este nuevo año, hacerles presente acerca de este movimiento o grupos “pro-vacuna”, que se mantiene activo y continuo en nuestra historia cotidiana. Y que han mantenido un lenguaje de campaña, para fijar en el imaginario colectivo la idea o pensamiento: “de que la vacuna será la cura de todos los males del mundo”. ¿Cuál vacuna? ¡No importa! El objetivo es crear esta necesidad en un estado pandémico crucial para nuestras libertades.
¿Cómo son los movimientos o grupos pro- vacuna?
En mi país Perú, se decretó Estado de Emergencia y una Cuarentena Indiscriminada y Totalitaria, aplicada a toda su población, por causa de este virus fatal. Aparentemente, se suponía que el Estado haría algo para superar al virus y favorecer la salud de la población. Pero, los resultados han sido que no se logró nada encerrando a la gente en sus casas; y que todo fue una apariencia de hacer algo, para concluir no haciendo nada.
Se duda de las cifras de muertos por causa del virus, se dice que no hubo claridad en el tratamiento estatal de la salud de su población y no existe una evaluación científica de resultados que nos indique los beneficios para la salud poblacional devenida de la cuarentena; pero los grupos “pro- vacuna”, han terminado el año queriendo inducir mediáticamente a las decisiones del actual gobierno, para que siga repitiendo las mismas restricciones y cuarentenas inútiles. ¿Por qué? Porque a si son los movimientos o grupos “pro- vacuna”.
Da que pensar, cuando se habla de las vacunas ya fabricadas, compradas y necesarias para el total de la población; como si la vacuna se fuera a aplicar indiscriminadamente a toda una población; obviándose que no todos serán vacunados por condiciones particulares de salud, edad, anatomía y de riesgos. Pero, a los grupos “pro- vacuna” les encanta utilizar este lenguaje genérico: “todos”. Y otros más atrevidos, de cuando en cuando, sueltan solapadamente este otro término: “obligatorio”.
Existen posiciones antagónicas científicas acerca de las medidas y cuidado poblacional, para superar al “bicho”; me refiero acerca del “uso necesario o innecesario de la mascarilla por los ciudadanos”; si la transmisión o contagio “es por estornudo y tos de los enfermos o por el simple hablar de los sanos”; “si el virus mata por si solo o es por enfermedades previas en el organismo de los contagiados que se complican”; si “el asintomático que está sano contagia o no contagia”; si la distancia social entre unos y otros “es una medida científica o anticientífica”; “si se aplicó un protocolo adecuado o inadecuado”; “si la vacuna es segura o insegura”. Y en estas distintas y antagónicas medidas, los grupos pro- vacuna orientan hacia el extremo más pesimista; y denigran a la otra posición científica con este otro término genérico: “los negacionistas”.
Estamos ya en la etapa en que se está aplicando la fabrica de vacunas elaboradas para este virus COVID-19; y necesitamos diferenciar lo serio de la información científica y veraz, de la información de los grupos “pro- vacuna”, que lo distorsionan todo como esos vendedores que, con tal de lograr su venta, dicen y ofrecen cualquier cosa.
Para ya no escuchar algo como esto: “Han sido afectados en su salud los que recibieron la vacuna, pero, no es problema de la vacuna”. “Han muerto determinado números de personas por la vacuna, pero como son pocos no hay que alarmarse, la vacuna sigue siendo excelente”. “Han surgidos nuevas cepas o mutaciones del virus, pero nuestra vacuna todavía sirve”. “Han prohibido determinada vacuna, pero es superable la falla; ¡óiganme! no es para tanto”.
¡Lee la Biblia!
(C.A.S.) /Una preocupación legitima por una buena vacuna y ciencia