Lo que nos está pasando

 

 

 

“Alabad a Jehová, porque Él es bueno;

porque para siempre es su misericordia.

Díganlo los redimidos de Jehová,

los que ha redimido del poder del enemigo, …"

 

(Salmos 107: 1-2)

 

 

 

Lo que hace el virus. - Lo que estamos viendo en este contexto mundial de pandemia por el “coronavirus”, es algo que ha sido inimaginable, indescriptible y hasta ahora difícil de asimilar.  

 

Contemplar esos cuerpos de seres humanos desplomarse hacia el suelo, afectados por el virus; cuerpos inertes después de una feroz lucha en la etapa más crítica de esta afección; el llanto de los familiares  por ver a sus muertos abandonados, sin que ni siquiera ellos puedan hacer algo por despedirlos dignamente; el temor del personal  médico al estar conscientes de su vulnerabilidad para ser contagiados, carentes de equipos de protección, de instrumentos  para hacer su tarea; la impotencia de las instituciones   y de las autoridades estatales al verse desbordados por esta gigantesca emergencia; no  provoca otra cosa que estremecernos, haciendo brotar chorros de lágrimas de nuestros ojos, y nos hacen clamar casi de manera instintiva, ¡Dios mío, ten misericordia de nosotros! ¡Solo somos criaturas mortales, frágiles e insignificantes ante tremenda plaga!

 

Lo que hace Dios. - Indudablemente, estamos bajo el “Juicio de Dios”; y en las Historias Bíblicas podemos encontrar precedentes de semejantes castigos. Como lo fue “la muerte selectiva de los primogénitos egipcios”, que fueron heridos por “el ángel de la muerte”; por causa de la soberbia del Faraón que se creía divino, por lo tanto, con derecho a saquear, esclavizar, dar vida o matar, a los pueblos que había sometido. Y Dios tuvo que demostrarles quién era el verdadero Dios y el Soberano sobre todos los pueblos del mundo.

 

Otro caso similar lo sufrió el “pueblo de Dios”, por causa del rey ungido David, que, en un momento de locura, pensó que él debería tener el control total de su población, para enfrentar eficaces nuevas batallas o guerras, olvidándose del Dios de los logros de sus victorias; mandando hacer un censo de su población. Y otra vez "el ángel de la muerte" hirió a 70 mil hombres, hasta que Dios lo detuvo. Y este rey aprendió, que humanamente somos incapaces de controlarlo todo; especialmente a esas fuerzas que son superiores a nuestra comprensión humana.

 

Entender los momentos de los “Juicios de Dios”; responder a las preguntas: ¿qué es lo que lo indigna? ¿cuál es la medida de su tolerancia por nuestras malas acciones? ¿cuál es la proporción de su castigo? Eso solo Dios lo sabe y lo determina, y eso está en la atribución de su soberana voluntad.

 

Lo que hace el hombre.- Pero, casi todos estamos de acuerdo, que esta pandemia está desnudando, desmaquillando a este sistema de engaño en el que hemos vivido; nos ha hecho ver el verdadero rostro de nuestras miserias humanas; a detectado a esos monstruos egoístas que no les importa ir a la guerra o provocarlas, despreciar las vidas humanas y los ordenes distintos de los pueblos del mundo, robar o saquear los grandes bienes ajenos, con tal de obtenerlos para sí mismos.

 

Nos ha descubierto que hay una élite que pretende moldear al mundo a su imagen y semejanza, que pretende tener el control de todo y que son incapaces de sentir empatía por otros distintos y menos privilegiados que ellos.

 

La pandemia del “coronavirus”, pareciera decirles a estos señores: “Ustedes no controlan nada”.

 

Y al final, para toda esa gente que ha vivido privilegiándose ellos mismos, a costa de otros; deben saber que pobres o ricos, buenos o malos, negros o blancos, terminaremos siendo “comida de gusanos”; aunque nosotros los creyentes tenemos la esperanza de “otra vida mejor”.

 

El remedio. - Les comparto esta oración poderosa de clamor, pidiendo la misericordia de Dios:

 

(Salmos 107)

 

“Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte,

Aprisionados en aflicción y en hierros,

Por cuanto fueron rebeldes a las Palabras de Jehová,

Y aborrecieron el consejo del Altísimo…

 

Cayeron y no hubo quien les ayudase.

Luego que clamaron a Jehová en su angustia,

Los libró de sus aflicciones;

Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,

Y rompió sus prisiones …”

 

 

¡Lee la Biblia!

 

 

(C.A.S.)/Una expresión reflexiva de pésame por todo lo que nos está pasando en el mundo.