La política de técnicos y novatos

“Bienaventurados  los que padecen persecución por causa de la justicia” (Mateo 5:10)

Hace poco he intentado ingresar mi comentario a pie de página, en un medio escrito en línea, pero, lo han rebotado;  es un periódico que cada vez más pierde el norte de su orientación, por preferir mantenerse alineado a la “gran prensa”, que se jacta de dirigir al país y controlar a sus gobernantes, vía “el carga montón mediático”.  El comentario era dirigido a la respetable columna de  Steven Levistky, “La Política sin Políticos.”  El mencionado politólogo y profesor universitario reconocido, hace un excelente análisis sobre los “políticos profesionales o técnicos” y “los novatos, que no son políticos de carrera, sino que fungen de políticos en su participación quinquenal, como parte del gobierno o congreso elegido”.  Atribuyendo los errores presentes  y futuro del actual gobierno, y de su actual congreso, a los “novatos de la política en el Perú”.

Es verdad que los peruanos desde hace 20 años, repudiaron a los políticos profesionales o tradicionales (que son parte de un partido tradicional), para optar por el  “outsiders” y  por los novatos en política. Pero, también debiéramos agregar que en la actualidad, hay una decepción enorme por los políticos en general, sean profesionales o novatos, que no representan ni defienden los verdaderos intereses del pueblo. Y que el pueblo también, sabe distinguir entre buenos o malos políticos, sean técnicos o novatos.

Así que debiéramos  analizar, que aquí en el Perú y en el mundo, los políticos fallan o cometen errores garrafales, “sin querer queriendo” a favor de los grandes intereses y en contra de sus conciudadanos que habían puesto sus esperanzas en ellos, para que las cosas mejoren en nuestros sistemas de gobiernos. Hace una semana, por ejemplo, los españoles indignados descalificaban a su parlamento, afirmando que ellos no los representaban, porque no proponían  soluciones de ley, contra las políticas de ajustes económicas que no han funcionado y que solo gravan al pueblo español.

El problema de fondo no son los políticos, sino los grandes intereses, que aquí en el Perú y en el mundo, se cruzan con los intereses de la gran mayoría ciudadana de un pueblo; los grandes intereses que han corrompido conciencias nacionales, la política, las leyes y la ética.  Grandes intereses que le importa muy poco la eficacia de un gobierno a favor de su población,  y que ha logrado colocar a sus representantes políticos, en los estamentos de un gobierno nacional legítimo, para mantener las prioridades de la agenda política nacional a su favor.

Son estos grandes intereses que han logrado aquilatar, hacer más atractivamente rentable, el puesto de presidente central o regional, el puesto de congresista o gobierno municipal, el puesto de dueño, director o periodista de un medio pro liberalismo de mercado. Este excedente en la valoración de estos puestos, explica las disputas  con uñas y dientes, en cada proceso electoral cada cinco años en el Perú.

Es así que los medios “alineados”  en el Perú,  sublimizan a los remanentes narcos-terroristas, ridiculizando la intervención del estado, exaltando en sus entrevistas  a los líderes narcoterroristas; entrevistas  extrañamente sincronizadas previamente y publicada inmediatamente después de que el actual gobierno informa, de los avances de su lucha contra estos remanentes. La última sincronización fue de la niña muerta por una bala perdida. ¿Pero, quién disparó?  Y ¿a la orden de quiénes?

Para muchos, está claro que el actual gobierno está filtrado de enemigos de la democracia, que se mueven  y son parte de su mismo entorno  gubernamental, orientados a mantener el statu quo de hace 20 años en el Perú. Estos enemigos disfrazados de funcionarios del estado y de aliados, son los que hacen trampa al actual mandatario, desprestigiándolo públicamente, encaminándolo hacia decisiones de estado erróneas, que lo enfrentan contra sus electores y aliados del nuevo proyecto de país, que fue encarpetado.

Para muchos está claro,  que el actual congreso se ha “magalizado”, y que el trabajo real de los congresistas, hasta esta fecha presente, ha sido levantar su mano para sumar votos, para desaforar representantes del actual gobierno, teniendo como argumento legislativo, lo que un medio periodístico sincronizado informaba.

Para muchos está claro, que la “fábrica de testigos” se reaperturò en el caso del señor Chehade; y que hay programas que presentan a la misma persona en diferentes roles testimoniales.

Para muchos está claro, que el actual mandatario necesita ayuda de los que todavía creen en la democracia, y que no admitirán una burla más al proceso electoral que ha elegido al actual gobierno. Dejemos nuestra inmadurez y resentimientos, al final han recibido de su propia medicina, cuando los aliados abandonaron a esa mayoría congresal del partido del señor Humala, en el quinquenio anterior, en su acomodo con el gobierno alanista.

Es ahora o nunca, el actual gobierno debe renovarse de toda infiltración y los demócratas y peruanos de verdad, deben ayudar al actual gobierno, a retomar  la ruta del cambio y las mejoras, para el país, su futuro  y sus mayorías.

El analista politólogo Levistky, señala  además, esa corriente ideal  privatizadora de la política gubernamental, que se escucha en otras  partes del mundo, como en el ámbito político norteamericano. Pero, imagínense Uds., a un ex presidente del Fondo Monetario Internacional,  de Wall Street, de Yanacocha o de alguna Banca quebrada como presidente de un país. ¿No sería una cuestión de locos?

Para concluir esta opinión frustrada, y que expreso en extenso en esta página; quería comentar sobre lo que hoy se discute en el Perú,  el “indulto o no” del señor Alberto Fujimori, por cuestiones de humanidad, debido a su estado de salud. Considero que es una grandeza del espíritu humano, y especialmente de quienes ostentan el poder político, el perdonar.

Pero, debo cumplir con el encargo, “yo solo repito su voz”, fue la justicia divina que lo puso ante la justicia humana; en el supuesto de que la justicia humana lo indulte, lo devolverá automáticamente a la justicia divina, que ya decidió el final de esta historia.

“Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas”  (Mateo 10:27)

¡Lee la Biblia!

(C.A.S.) Una opiniòn personal y ciudadana