“….para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de Gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que Él os ha llamado,…”
(La Biblia, RVR 1960/ Epístola a los Efesios 1: 17,18)
En este siglo XXI hemos de realizar constantes nuevas lecturas de todo lo que acontece en el mundo de hoy: en lo político, económico, social y cultural. El manejo y la toma de decisiones que dirigen al mundo de hoy, ya no más son las ideologías, sistemas democráticos, nacionalismos, socialismos, organizaciones gubernamentales nacionales o transnacionales, convenciones, movimientos altruistas sociales o religiosos. Mientras que un sistema económico único de “libre mercado” y una revolución tecnológica imparable, continúan englobando al mundo actual del siglo XXI.
En el Perú estamos próximos a unas elecciones municipales y regionales, en Octubre de los corrientes, y se está advirtiendo el ingreso a esta campaña de candidatos y de dinero, procedentes de “mafias”, “narcotráfico” y grupos delictivos que se vienen desmantelando, por las muertes de opositores incomodos o potenciales candidatos adversos, para aquellas autoridades que a la mala esperaban continuar en la presidencia regional o municipal, contratando al sindicato del crimen a sueldo. Se intentan lecturas desde diferentes enfoques para comprender y explicar, este fenómeno político-social, en que la vida ajena, la estima personal del adversario y los valores y ética profesional del que pretende un puesto, interesa muy poco o nada, con tal de echar mano del puesto de autoridad, con miras al beneficio propio.
De las lecturas que se hacen en el mundo acerca de este fenómeno social de la corrupción global que está impregnada en la política gubernamental, se aportan términos compuestos que tratan de explicarla o interpretarla, como resultado de “los grandes intereses”; “los poderes fácticos mediáticos que distorsionan la verdad”, “la derecha”, “el club de amigos”, “los políticos tradicionales que engañan”, “los càrteles del narcotráfico y su red internacional”, “los ricos dominantes”, “las grandes corporaciones que superponen sus intereses”, “las mafias políticas”, “la clase dominante de un país”, “los imperios económicos”, “conspiración desestabilizadora imperialista”, “los gobernantes sumisos al gran capital”, “terrorismo delincuencial”, “sistema económico tramposo y excluyente”, “autoridades corruptas y delincuenciales”, “la justicia y su oferta carnavalesca de impunidad”. Y como reacción y respuesta de la ciudadanía en su lucha contra la corrupción, son términos como “la marcha de los indignados”, “la primavera árabe”, “la inclusión social”, “el desarrollo interno”, “inversión en capital humano”, “industria nacional”, “mejora salarial”, “economía con rostro humano”, “democratización de las comunicaciones”, “equidad en la distribución de las riquezas”, “justicia social”, “sindicalización de los trabajadores”, “autonomía económica”, “lucha por los valores”, “inversión en educación y gratuidad en la enseñanza”. “liderazgo nacional e independiente”, “bloque regional”, “crecimiento con desarrollo”.
“La política tras bambalinas” que manda y ordena al mundo actual, es el término compuesto que describe y ubica a la real política detrás del poder de los gobiernos en el mundo de hoy. Este término siempre se ha usado como explicación de los arreglos y decisiones que toman los gobiernos o gobernantes, de manera oculta o discreta; arreglos contrarios o diferentes a los que han declarado formalmente en público. En esta “política tras bambalinas” los gobiernos o gobernantes tenían en consideración sus acuerdos geopolíticos relacionados a sus políticas y relaciones comerciales, y a sus acomodos ideológicos entre países grandes y pequeños, o afines.
Solamente que en la actualidad, en esta “política real tras bambalinas”, son los privados y sus cadenas de enormes corporaciones multinacionales, con sus aliados políticos gobernantes y la gran prensa de nivel internacional, son los que influyen en las tomas de decisiones globales y en el manejo económico del mundo actual globalizado. Estos grandes intereses privados y sus corporaciones que son iguales o más grandes que los estados, económicamente hablando, determinan la real política comercial en el mundo, lo alinean y lo ordenan de acuerdo a sus intereses, a la vista y paciencia de sus aliados políticos gobernantes.
Este movimiento desestabilizador del sistema democrático de los pueblos, que se pasea en el mundo con intervencionismo, filtrando la violencia a las protestas pacíficas y de justas reivindicaciones sociales y desprestigiando a los gobernantes, especialmente de países no alineados a los grandes intereses y de “izquierda”; parecen venir de “una política tras bambalinas”, que tienen por objetivo traer un nuevo orden mundial, con un nuevo sistema político no democrático.
Solo que deben ser advertidos, que muy posiblemente, estén preparando conscientemente o inconscientemente, el ambiente político para la manifestación del “anti-Cristo”, que se impondrá como un líder mundial en un sistema no democrático.
Los pueblos del mundo deben estar preparados, los líderes políticos y sus partidos, no han sabido representar los intereses del pueblo; y sus gobernantes están entrampados en este actual sistema económico de ricos. Por lo tanto, debemos iniciar un “movimiento de ciudadanía”, protestando contra la dictadura de la corrupción y reclamando derechos constitucionales.
Y los cristianos debemos estar atentos, manteniendo y promoviendo los valores del “reino de Dios”, y siendo buenos críticos de las corrientes o tendencias políticas y filosóficas que mueven al mundo de hoy.
“…pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.” (Apocalipsis 16:14)
¡Lee la Biblia!
(C.A.S.)/Un ensayo personal sobre la politica real