"Justo hay que perece por su justicia, y hay implo que por su maldad alarga sus días. No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso, ¿por qué habrás de destruirte? No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tiempo?"
(Eclesiastès 7:15-17)
La protesta arequipeña en Islay, mantiene una alta tensión de opiniones cruzadas, a favor y en contra, en esa clásica pugna entre una visión regional etnocentrista y la de un gobierno central y su visión de desarrollo al modo foráneo. Es cierto que la posición anti minera y pro minera, es el tema candente; pero, el trasfondo de su conflicto lo he dicho, sigue siendo tradicionalmente folclórico.
Pero, conforme pasan los días de la protesta arequipeña en Islay, vidas humanas se siguen perdiendo, se siguen lesionando la integridad física de lugareños y policías, se detiene el comercio regional interno y se pone en riesgo la seguridad de los hijos del pueblo. No hay que ser muy sabio, para atinar al consejo adecuado, para detener este conflicto de ánimos alterados e irreconciliables; postergar el proyecto Tía María y el diálogo, hasta que todos nos apacigüemos. Claro que hay quienes desde fuera quieren ver “correr sangre”, para eso piden “estado de emergencia”, para que todo se resuelva a balazos. Por supuesto, apaciguar no es claudicar en la ley y el orden; las investigaciones deben continuar policialmente, para encontrar a aquellos perpetradores y delincuentes, que degeneró la protesta con su violencia homicida.
A los peruanos todavía nos queda el asombro de cómo se fabrican tendenciosamente las noticias, distorsionando hechos tan dramáticos como la protesta arequipeña en Islay, cuando el pasado mes de Abril, un policía, un fotógrafo y un medio de prensa escrita de la concentración, mentían, poniendo un arma punzante en la mano de un protestante detenido y que era llevado a golpes en el camino. Mentira que fue grabada en imágenes y que pudimos ver detenidamente, con nuestra canchita en la mano. A parte de la vergüenza ajena; la reflexión que nos trajo este hecho periodístico y policial tan controversial, es ver como hay personas que buscan protagonismo, aunque sea ficticiamente, para su anhelada fama de 5 minutos o un sueldo seguro en planillas doradas.
Los periodistas o las personas de las noticias, salvo excepciones, ya hace un buen tiempo buscan ser ellos el show, el espectáculo, la noticia; recuerdo cuando pasaban de la objetividad imparcial de las noticias, a la personalización de la misma; se desnudaban a medias en público, hacían o hablaban toda clase de tonteras para captar la atención pública. Hoy en día cada noticia está personalizada; y sin exagerar, a veces la noticia queda en segundo plano, para conceder el primer plano al hombre o mujer que da la noticia a su manera personal. Pero, los periodistas no son personas perfectas, y también suelen equivocarse en su manera de ver las cosas.
Es así, que en el transcurso de la segunda semana del mes de Mayo; en una revista dominical televisiva, un periodista que se cree el cuarto poder, cometió una barbaridad sorprendente; en su medio enfocaba en imágenes la situación dramática de la protesta en Islay, tanto de los pobladores y de los policías; situación que mantiene a todos los peruanos en angustia y que deseamos que dicha situación dramática pueda superarse; cuando de repente, las imágenes son cambiadas con la visita del ex candidato Humala a esta localidad de Arequipa en el 2011, apoyando el reclamo de los lugareños, por una Minería que se desarrolle en condiciones ambientales óptimas. Seguidamente, este periodista afirma, que el ahora Presidente Humala del 2015, ha traicionado a los pobladores de Islay y señalándolo como el culpable de lo que está sucediendo hoy. Esta fue la manera personalizada de este periodista en contar la historia presente de Islay; pero, ¿qué quiere decirnos? ¿Entenderá el enredo de sus afirmaciones? O sea el actual presidente Humala como no es supuestamente un anti minero ahora, ha traicionado a los de Islay. La verdad, cuando vi el cambio brusco de imágenes presente, por imágenes de un pasado remoto, y al escuchar la afirmación de este periodista, la impresión que me dio esta noticia personalizada fue la de “una tremenda salvajada”.
Otras periodistas de una radio-televisiva, me parece que antes se llamaba “radio programada” y ahora se llama “radio reprogramada”; también han personalizado en la misma línea la noticia de esta protesta en Islay; acusando la posición del ex candidato Humala del 2011, que era la de una Minería responsable con el ambiente, insinuando que él es culpable ¿por qué ya no es anti minero? y pidiendo insistentemente que el actual presidente Humala se apersone a Islay, después de que estos periodistas tratan de encender los ánimos contra la persona del actual presidente del Perú.
Pero, así estamos; hay periodistas que buscan ser protagónicos en cada noticia; y a veces creen que están por encima del dolor ajeno y de la dignidad de cada persona.
El Perú no se detendrá porque el Proyecto Tía María se postergue hasta que se apacigüen los ánimos en conflicto; y si hay que gastar algo de dinero o de reserva para evitar este conflicto minero versus el bien social y ambiental; pues, creo que vale el esfuerzo por preservar la preciosa vida de nuestros compatriotas y para que ninguna más se pierda.
¿Qué este gobierno y su manejo económico ha traído a la baja las inversiones o el crecimiento económico de nuestro país? Este decir está fuera de realidad y del contexto internacional.
Del último Foro Económico Mundial sobre América Latina 2015, en México, se ha constatado que la situación del crecimiento económico de todos los países de este hemisferio, es sintomáticamente el mismo; su crecimiento ha sido debido a su economía primaria; la baja de precios del crudo y metal desacelera el crecimiento; hay un mea culpa, por no haber aprovechado los grandes ingresos para diversificar la economía y reinvertir en el desarrollo interno, y que la solución ahora es subir o bajar los impuestos, para mejorar la economía nacional o para atraer la inversión.
¡Lee la Biblia!
C.A.S./Una reflexión contestataria y personal