La obligatoriedad indiscriminada

 

 

La obligatoriedad indiscriminada

 

“Pero estaré en Éfeso hasta Pentecostés; porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios”

 

(1ra. Corintios 16:8-9)

 

 

 

Prologo

 

Es interesante reflexionar en esos contextos históricos de persecución, en que el apostolado de Pablo se desenvolvió. Era un mundo tan hostil para el cristianismo como lo es hoy. En este pasaje de su primera Epístola a los “Corintios”, antes aludido, refiere que se le había “abierto una puerta grande y eficaz para su trabajo entre los Efesios”; y fue cierto, el momento más poderoso de su ministerio fue en su tercer viaje misionero en Éfeso, según lo relata el libro de los “Hechos de los Apóstoles”. Pero, Pablo, aludiendo a esta grande obra,  menciona que paralelamente la oposición también era mayor.

 

Jesús, el Mesías, en su apostolado, y sus seguidores, ministraron en un mundo tan adverso al cristianismo y tan cambiante, como lo es el mundo de hoy.

 

A los cristianos de hoy, no nos queda otra alternativa, sino probar al Dios Vivo en el cual hemos confiado; y probar si tenemos una fe “que mueve montañas”, o una fe religiosa aparente y formal; en el compromiso y fidelidad de nuestros ministerios o servicios a Dios.

 

Introducción

 

Imponer tramposamente una “norma de obligatoriedad”, para restringir las libertades sociales, carnetizando la movilidad de los ciudadanos, no solamente es una locura sino, además, delata un despropósito para la vida económica del país; pues, es en esta fecha navideña en que el comercio fluye masivamente, y los ciudadanos ven la forma de obtener ganancias e ingresos extras para su beneficio familiar.

 

Parece delatarse toda una intencionalidad de quebrar las economías de los pueblos, e impedir el despegue de su alicaída economía interna. ¿Con que finalidad? Pues, sería liberador averiguarlo.

 

Conflicto de interés

 

Los medios de comunicación informativos, los youtuber,  los periodistas,  los médicos y científicos contratados; sería bueno que examinen su vocerío, si lo hacen por sentido cívico o en el espíritu caritativo de “la madre teresa”, para ayudar al prójimo; o si son conscientes de sus conflictos de interés, por ser parte de este Lobby multimillonario e internacional del cliché “COVID-19”. Porque mañana, tarde y noche, mantienen esta propaganda, y se dedican a denostar de los científicos que, por tener otros estudios y afirmaciones contrarias, “malogran el negocio.”

 

En el Perú, hemos podido visualizar las imágenes del primer ciudadano del país, que, por la importancia de su rol de estadista, debiera estar ocupado en los asuntos grandes y complejos de la marcha del país, pero que hemos visto noctambulo y transformándose en su cambio de sombrero, sospechosamente, por una “vulgar coima”.

 

¡Que decepcionante sería!, que sin importar la dignidad de lo que somos, periodistas, medios de información, youtuber, médicos y científicos; estemos tildando de “anti-vacunas” a los que tienen otra información, motivados por “un vulgar” bono extra o corrupto.

 

Porque hay que decirlo; “la corrupción es lo más vulgar a lo que podemos llegar”; y hay gente que por dinero desprecia su dignidad personal, a su país y las vidas de los otros.

 

Ciudadanos informados

 

Cuando los “vendedores de vacunas” tildan de “anti-vacunas”, a los ciudadanos que tienen otra información, seria bueno aclararles de nuestra parte, que sí, efectivamente lo somos.

 

Pero, “somos anti-vacunas experimentales, inseguras y sospechosas”:

 

Vacunas Experimentales, porque a la fecha, no hay estadística exhaustiva y forense, de los efectos beneficiosos o perjudiciales para la salud de los inoculados vivos y muertos. Y en el colmo de los colmos, uno de los Laboratorios importantes de estas “vacunas”, ha solicitado a uno de los juzgados respectivos de su país, para que no se divulgue o informe sobre los efectos de su producto sino hasta después de 50 o 75 años después.

 

Vacunas Inseguras, porque los que han sido inoculados igual se han contagiado, han terminado en cuidados intensivos o han fallecido; y lo que afirman los “vendedores” es: “Sí, enfermaron y murieron, pero, fue con menos intensidad de la enfermedad." Inseguras, porque te hacen firmar un documento en que tu aceptas hacerte responsable de cualquier efecto adverso. Y no se porque el Gobierno avala semejante barbaridad.

 

Vacunas Sospechosas, porque acaparan y saturan de su propaganda los medios internacionales; y promueven una censura a todos los aportes científicos que han desarrollado otros estudios y otros puntos de vistas, desde sus acreditadas especialidades. La censura y la proposición de un “pensamiento único”, despierta sospecha y es anti- científico.

 

Restricciones que obligan

 

Obligar a toda la población a vacunarse, incluyendo niños, adolescentes y sanos; es anti-científico y es retroceder como civilización desarrollada, a ser una civilización experimental, compuesta por personas esclavas y sin derechos humanos.

 

Escuchaba a una ministra de mi país afirmar, aunque no era su cartera la salud pública, “… dejaremos lo individual, y vacunaremos a todos sin excepción para estar seguros de terminar con el contagio”. Por su puesto, aunque existe lo público, son los individuos quienes lo conforman. Algo más, debemos tener en claro que tanto la salud como la enfermedad, es una cuestión individual. Es decir, “si tú estas sano, estás sano; y si tú estas enfermo, estás enfermo”.

 

No cabe en mi raciocinio aceptar, “que los sanos contagiamos a los enfermos”. Vivimos y nos gobierna en verdad, un absurdo comercial corporativo.

 

La opinión de la comunidad científica, a quienes “los vendedores y la anti-ciencia”, censuran,  ocultando sus afirmaciones; han declarado que niños y adolescentes no necesitan ser inoculados con estas vacunas experimentales, porque tienen un sistema inmune sano y fuerte; y estadísticamente, no hay casos considerables de haber contraído esta supuesta enfermedad. De lo contrario, solo se les estará dañando irreversiblemente.

 

Epílogo 

 

No quise escribir este artículo; porque revisando esta “página de opinión”, he visto que casi paralelamente a estos años de “pandemia”, no he dejado de comunicar todo lo que Dios me ha dado para advertir de lo que pasa, de lo que pasará, de lo que ha pasado.

 

Ahora cada uno es responsable por su propia decisión y elección; solo que me espanta lo inescrupuloso, de quienes alegremente convocan a la inoculación de los niños y adolescentes.

 

Tengas conflicto de interés o no; pero el Señor Jesús ya lo advirtió: “¡Ay! de quienes lesionen las vidas de los pequeños”.

 

Seremos involucrados culposamente en resultados criminales inesperados.

 

Solo que el Juez será Dios mismo, y él ejecutará su justicia como un rayo.

 

 

¡Lee la Biblia!

 

 

(C.A.S.) / La opinión de un cristiano y ciudadano con otra información.