La Natividad según Apocalipsis
“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”
(“Apocalipsis” 12:1 / RVR 1960))
Introducción
Según los Evangelios Canónicos “Mateo” y “Lucas”, la cristiandad conoce el relato o historia, acerca del “Nacimiento de Jesús, el Salvador del mundo”; en cuanto a su procedencia humana y profética.
Pero, hay otra versión sobre el “Nacimiento de Jesús, el Mesías”; que nos relata el Libro de Apocalipsis en su Capítulo 12, que se da en el Paralelo Superior Celestial. Esta versión inicia su relato, con esta visión de la “Mujer vestida del Sol y de la Luna, con una corona de 12 estrellas y en estado de gestación”.
Es importante tener en consideración estos dos presupuestos de interpretación: 1) Que el Libro de Apocalipsis “es una Revelación de Jesucristo para su Iglesia”. 2) Tener en cuenta los tiempos presente, pasado y futuro; ya que en profecía estos son los tiempos en que Dios habla. Y especialmente en este Libro de Revelación, se nos revela lo que es, lo que era y lo que será. Como que Dios es llamado, “el que es, el que era y el que ha de venir”.
La Mujer de Apocalipsis 12
¿Quién es esta mujer? Pues, ella es la que se anunciaba en Génesis 3:15, de cuya simiente (singular), se levantaría “el que heriría la cabeza de la serpiente”. En Apocalipsis 12, se nos revela la visión acerca de ella desde el Paralelo Superior Celestial; “ella estaba vestida del sol y de la luna bajo sus pies, y en estado de gestación”; significa que ella fue “padre y madre” y que literalmente, de su simiente se dio el milagro del Nacimiento del Mesías, Jesús. Porque eso significan los símbolos de “el sol y la luna”; según la interpretación que hace Jacob del sueño de su hijo José, diciendo: “¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?”
Esta mujer, no es cualquier mujer; es la madre de Jesús el Mesías, que es amenazada por el mismo diablo, que la enfrenta esperando devorar a su hijo en su alumbramiento.
En el Paralelo Inferior Terrenal, es Herodes el interesado en eliminar al niño rey; pero en el Superior, es el Dragón rojo, usando a su marioneta para que ejecute su plan destructor. Pero, “a la mujer se le dieron las dos alas del águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto”; esto es, el ángel que Dios envió para advertir a José, que debían huir a Egipto, cruzando por el desierto, porque Herodes quería matar al niño.
En el paralelo superior, “la serpiente arrojó de su boca agua como un rio, para arrasar a la mujer y a su hijo”; (en este libro de Revelación se nos indica que el agua significa “multitud de gente”). En el paralelo inferior, Herodes con su boca ordena “a una multitud de soldados, matar a todos los niños menores de dos años”. Y al ejecutarse esta orden, Herodes creyó que había eliminado al Mesías; al haber ordenado toda esta matanza o infanticidio, en Belén de Judea y alrededores, deteniendo esta persecución. Pero, en el paralelo superior, el diablo sabía que había sido burlado, llenándose de ira contra la descendencia de la mujer.
* Es obvio que los 1260 días, que se determinaron para proteger a la familia sagrada, en su huida, se refiere al tiempo que estuvieron José, María y el niño Jesús en Egipto.
* La mujer de la visión que tenía 12 estrellas en su corona, que algunos simbolizan como las doce tribus de Israel, y a la mujer como su madre. Recordemos que, en el sueño de José, él vio solo once estrellas, que representaban a sus hermanastros; el duodécimo hijo era el mismo José; y a su padre veía como el sol y a la luna como su madre.
Pero, en la visión de la Mujer y el dragón; esta mujer tenía doce estrellas; y que estaba gestando y a punto de dar a luz a su hijo, que nada tenía que ver con los doce; si queremos interpretarlo estrictamente. Sino que era Jesús, el verdadero y nuevo Israel obediente de Dios.
Concluyo esta parte dando por sobre entendido, que “el hijo varón que nació y rige con vara de hierro a todas las naciones; y que ha sido arrebatado para Dios y para su trono”, es Jesús, el Mesías; Rey de reyes y Señor de señores.
“El dragón escarlata”
Estas imágenes de “la mujer y el dragón escarlata”, en el capítulo 12 del Libro de Revelación, se nos devela en el contexto de la Séptima Trompeta, y es el primer paréntesis que se hace en esta sección. Después, seguido, viene otro paréntesis, acerca de “las dos bestias”; en su capítulo 13.
Se nos revela en una primera parte, la fisonomía del adversario de Dios: que es la de un dragón escarlata, con siete cabezas y sus medias coronas en c/u de ellas, y sus diez cuernos. Y se nos revela que su origen fue habiendo provocado una rebelión de ángeles en el cielo, descrita figurativamente en el “tercio de estrellas que arrasó con su cola, arrojándolas a la tierra”.
En una segunda parte, se nos revela una gran batalla de Miguel y sus huestes de ángeles en el cielo, contra el dragón y sus seguidores ángeles caídos, que fueron definitivamente desalojados de la morada de Dios; a causa de la entronización de Cristo Jesús, el Kyrios. Reflejándose en ese grito de victoria: “Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de Cristo, porque ha sido lanzado fuera el adversario…”
Para terminar, y siguiendo el orden de una tercera parte, se nos revela los nombres del enemigo de Dios, en este paréntesis: Se le llama: dragón escarlata; dragón, gran dragón, serpiente antigua, diablo, satanás, engañador del mundo, acusador de los hermanos en la fe ante Dios; serpiente.
Seguramente, la criatura astuta que vieron Adán y Eva, en su estado de inocencia, antes de la caída, haya sido este “dragón escarlata o serpiente antigua”, que describe este Libro de la Revelación de Jesucristo a su Iglesia.
Se finaliza esta sección afirmando que la descendencia de la mujer, se encuentran definitivamente en una guerra declarada por el dragón, en su ira por su degradación y derrota por la simiente (singular) vencedora, que es Jesús, el verdadero Israel.
Pero, que, los seguidores del Mesías, Jesús, “venceremos por la sangre del Cordero,” y por el testimonio de los mártires de las generaciones anteriores, que despreciaron sus vidas por causa de la fe en el Señor.
El paralelo superior
Entonces, todas las acciones que suceden y cambian al mundo, son las repercusiones de lo que sucede en ese Paralelo Superior Celestial; en esa lucha de poderes superiores del bien contra el mal. Y que a veces o de manera habitual, los gobernantes de la tierra son convertidos en marionetas, especialmente de esas fuerzas del mal.
Los gobernantes marionetas de estas guerras vigentes continúan provocando más guerras; y han entrado en una lógica absurda y soberbia, de que pueden controlar los resultados de una guerra “beneficiosa”, sin sensibilidad por la ruma de cadáveres y ruinas que van dejando a su paso.
Dios y su palabra ya han declarado lo que sucederá en el mundo al final de los días; y las repercusiones que se vienen posicionando en la historia reciente, procedentes del Paralelo Superior, ya se notan.
Por un lado, se provocó a Rusia contra Ucrania, y descaradamente confesaron, que armaban por años a Ucrania, mientras diplomáticamente engañaban a los rusos. ¿Qué resultado obtuvieron de todo esto? Pues, “una guerra”. Ahora, los otanistas, la minúscula agrupación directiva del parlamento europeo y los occidentales, continúan provocando. ¿Que obtendrán por resultado? Pues, “una declaración de guerra”.
El ministro de la etnia israelí, pretenciosamente y fuera de contexto, ha querido apelar a los patriarcas, a los profetas y a la elección de Israel antes del Juicio de Dios aplicado al desaparecido Israel Bíblico; pero, lo que se discierne ahora, es “un movimiento anticristo”, que empieza a asolar las vidas del prójimo.
Si esta guerra genocida continúa, sin que nadie pueda controlarla, eso será una señal, de que vendrá “una declaración de guerra”, que se pondrá en mesa, “que tendrá hora, día, mes y año”. Ya se tuvo un precedente hace poco, con “una declaración de alto al fuego con fecha y hora, que constó en la ONU.”
Y esta “guerra” que están provocando ahora, si nadie puede controlarla y evitarla, sucederá inevitablemente, porque sería parte de la profecía bíblica.
Sería una “gran carnicería” que despedazaría nuestro mundo, y que el anticristo, solo el anticristo, sacaría provecho de esta catástrofe provocada y ejecutada por las marionetas.
Si no pueden detenerlo ahora; pues, está escrito que esta profética “guerra vendrá”.
¡Lee la Biblia!
(CAS) / Una reflexión apocalíptica contemporánea