La era final del engaño

 

La era final del engaño

 

 

“Mirad que nadie os engañe; …engañarán a muchos.  …no le creáis. … se levantarán falsos profetas y harán señales y prodigios, para engañar, si fuere posible, aun a los escogidos. Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.”

 

(Evangelio de “Marcos” 13: 5, 6, 21, 22, 23/RVR 1960)

 

 

INTRODUCCIÓN

 

 

Se podría decir, que la principal preocupación de Jesús, el Mesías, era advertir a sus seguidores que tuvieran cuidado de “no ser engañados”; pues, con esta advertencia inicia su discurso escatológico con respecto al pueblo de Dios y sus seguidores.

 

Advertencia, que se reitera y entre mezcla en estos cinco versículos.

 

Vivimos la era del “engaño”, “del relato: oficial, interesado y comercial mentiroso". Una era que tiene las características peligrosas de las cuales nos habló Jesús, que no solo atenta contra nuestra salvación, sino además contra nuestras vidas, salud, destinos, derechos humanos y libertades. Condicionándose y trazándose una línea divisoria, entre la “misión engaño” y la “misión verdad”, de la cual son protagónicos todos los hijos de la verdad, que se contraponen.

 

 

El juego del libre mercado

 

 

En un análisis general de común aceptación, se está de acuerdo en que China y Rusia, aunque países “social-comunistas”, entraron al “juego del sistema capitalista o de libre mercado global”; jugaron según las reglas y les fue bien, ganándose a pulso el peso comercial que tienen en el mundo.

 

Pero, lo que sucede ahora con este relato anti ruso y anti chino, es traerse a bajo estas economías, que por su influencia en el mundo impiden el “reseteo económico” que se pretende hacer, en contra del mismo sistema “capitalista y de libre mercado”.

 

Porque detrás de la construcción de este “relato de guerra”, es sorprendente como se llenan la boca los lideres europeos y norteamericanos, con la palabra: “sanciones”.

 

¿No son las sanciones lo que han desacreditado a este sistema económico capitalista y de libre mercado? ¿No son las sanciones que han evidenciado lo tramposo de quienes se quedan con el oro ajeno?

 

Lo que quieren hacer ahora es “un gran fraude a todos los intereses económicos que juegan dentro de este sistema capitalista.”. Porque lo que llaman con tanta insistencia estratégica “reseteo”; solo será una gran estafa a las economías del mundo.

 

Y no se está viendo una previsión y alternativa del mundo “multipolar” ni de “los países no alineados".

 

 

Una forma inteligente y natural

 

 

La nueva variante se vino anunciando como en ese juego del “teléfono malogrado”, donde cada cual afirma y distorsiona el dato real. Y aunque la OMS pedía a los países que querían cerrar sus fronteras, “a no ser exagerados”, porque la nueva variante no era letal, aunque sí contagiosa; no evitó que cada cual vendiera como más le pareciera la imagen de esta nueva variante.

 

En conclusión, esta nueva variante nos condiciona a asumirla de manera natural, porque vacunados y no vacunados se contagian, lo superan como a una gripe común y quedan OK, después de pasarla. (No hablo en abstracto). Solamente que “el teléfono malogrado continúa en uso”.

 

Y porque no decirlo; hay quienes están interesados en mantener restricciones, para seguir destruyendo las economías y la actividad laboral de los pueblos. Porque eso es la única finalidad de las restricciones ahora, en esta nueva realidad.

 

 

Un conflicto inevitable

 

 

La Iglesia Cristiana en el mundo, es la abanderada de “la libertad de conciencia” y la mensajera “del Reino de Dios”.

 

En su trayectoria histórica inicial ha sabido encarar la persecución, por causa de su fe en Cristo y su Evangelio; y ha sabido separarse del Estado, para desarrollar su propia naturaleza misionera y vivir para su propia esperanza venidera trascendental.

 

Pero, en estos tiempos pandémicos, ha respondido como una “institución estatal”, sujetándose a todo lo que el Estado ha dispuesto, nada menos que para lo que ha sido su “culto o vida interna”.

 

Acatando las restricciones numéricas; usando mascarillas en su alabanza; siguiendo las cuarentenas; y ahora en una medida extrema; pidiendo carné de vacunación a sus fieles para que hagan su ingreso al ámbito eclesial. Por supuesto, que hemos tenido también grandes excepciones, por quienes practican la verdad bíblica hasta las últimas consecuencias.

 

De esta manera, se han mantenido muy cordiales con el Estado, y han funcionado institucionalmente con la aprobación humana de sus autoridades; y con una sabiduría de este siglo han evitado el conflicto.

 

Pero, lo que sigue ahora es el “chip identificatorio”, obligatorio, que lo tendrán que mostrar en su mano o en su frente, para circular socialmente, comprar o vender.

 

Y la pregunta que debiéramos hacernos es: ¿Qué hará la iglesia cuando llegue ese momento? ¿Pondrán diáconos en la puerta del local de la iglesia para que exijan la muestra de este chip inserto en las personas?

 

Será inevitable el conflicto de conciencia que tendremos los creyentes; y seguramente, los cristianos de verdad decidirán que no tienen nada que hacer, en “iglesias dominadas por el anticristo”.

 

 

Epílogo

 

 

La victoria de los creyentes en la era final del engaño será “contra la bestia, su imagen, su nombre, su marca o número” (“Apocalipsis” 13:16-18)

 

Y sabemos por la Revelación de Jesucristo, “que no tendrán reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”. (“Apocalipsis” 14: 11b)

 

 

 

 

(C.A.S.) / Una reflexión sobre la era del engaño global