El Nuevo Tele-gobierno Mundial

“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”

(Epístola a los Efesios 5:15-17/RVR 1960)

Reitero, en mi país Perú, cualquier cosa puede suceder.  Hace una semana, “erase una vez…”, en que un nuevo presidente interino juramentaba el cargo y armaba su nuevo gabinete, y hoy renuncia por presiones del poder mediático y por la muerte de dos personas, todavía por investigar, en las Marchas Protestantes y contra Marchas Callejeras.

Lo que deja como sensación esta renuncia condicionada por el Congreso de la República; es que tanto el Congreso de la República como el presidente interino, carecieron de consistencia ideológica, unidad y madurez en política de gobierno.

Ya desde el primer intento de “vacancia presidencial”, mi opinión era en contra; porque consideraba que este tembleque congreso no tenía la madurez ni la unidad necesaria; y que todo acabaría en un circo y pérdida de un valioso tiempo. Pero, cuando votaron y aplicaron constitucionalmente, “esta vacancia por 105 votos a favor”; me ilusioné, considerando que era una restitución institucional de la dignidad del congreso. Pero, que decepción; al final estos congresistas no saben parece, cual es el valor de sus acuerdos y decisiones; y como personas inmaduras los amenazan y asustan, y se vuelven a desdecir. Así que, “no eran grandes”, corrijo, sino que ahora se han hecho “más pequeños”.

Pero, también hay que decirlo, que tanto la vacancia como la renuncia del jefe político interino y, además, el desorden callejero; ha sido parte de un plan.

Porque parecía raro, que los medios promotores “del golpe del cierre del congreso anterior”; ahora se habían convertido en promotores “de la vacancia del señor Vizcarra”, con su popurrí de destapes de corruptelas. Y que hecha efectiva la vacancia, ahora se convertían en “agitadores de marchas y en promotores de la renuncia del nuevo presidente interino y de su gabinete ministerial”.

Dando así apertura, a las acciones de este ejército globalista, que ya hemos escuchado y visto en diferentes países, manteniéndose en las calles, qué exigen, y que nadie sabe al final de cuentas, qué es lo que quieren, porque ninguna respuesta asertiva gubernamental les satisface. Que logran posicionar y abanderar mediáticamente, a los muertos con nombres y apellidos, resultante de sus agitadas protestas, que convierten en causa y justificación de los desmanes antipatriota que ocasionan en medio de la ciudad. El presidente Norteamericano Donald Trump, también los enfrentó en su rol de gobernante, manteniendo y salvaguardando el orden y la seguridad; y penalizando los delitos, haciendo prevalecer la autoridad, la ley y el orden.

En la madrugada escuchaba el sonido de las ollas, que la sociedad obediente hacía escuchar, en su protesta por la muerte de estos jóvenes marchantes; por supuesto, ha sido un hecho lamentable que tiene que investigarse hasta las últimas consecuencias. Pero, hasta ahora, no escucho el sonido de una sola olla, por todos esos muertos por el “covid 19”; por todos esos entierros e incineraciones clandestinas; por las certificaciones de estos decesos sin la aplicación de la ley de autopsias forenses;  por la pérdida de los trabajos y de la libertad; por el adeudamiento impagable que gozan ahora muchos de nuestra ciudadanía; por esas plataformas del Estado “robo-tizadas”, que desvían al “quinto infierno” a los beneficiarios, para enriquecerse con la sustracción de sus bonos; por todos esos fraudes cometidos en plena pandemia.

Me parece, que tal como vamos, se podría decir que la sociedad está lista, para que reciba “su insegura vacuna”, y para ingresar a un nuevo Tele-gobierno mundial. Está lista para que “Soros con sus izquierdas vacías de alma, sus soldados globalistas, medios de comunicación y de un apetito voraz por el dinero”; conviertan a nuestra patria en una mercancía.

Esta nueva era se caracteriza por ser “la era del gobierno de los grandes intereses”; que ha descartado a “las grandes ideas de patria, justicia y paz”; y dejado de lado las tradicionales afiliaciones partidarias y de ideas.

Yo como cristiano, por supuesto, no claudicaré de mi fe ni de mi esperanza en Dios; seguiré consciente de los sucesos en esta aldea global, levantaré mi voz por mi país, y por la verdad del Evangelio de Jesús, del que ya se aproxima a esta tierra, para cumplir la esperanza de los pueblos cristianos en el mundo.

¡Lee la Biblia!

(CAS)/ Una reflexión de crítica y de protesta.