Jesús, el Señor, enseñaba a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder…..” (Mateo 5:14)
Soy un lector asiduo de un medio local de prensa escrita, por su pluralismo y democracia en las opiniones vertidas, especialmente de sus columnistas. Pero, últimamente he sido decepcionado en cinco oportunidades, cuando a pie de página, pretendía hacer ingresar mi opinión distinta al punto de vista del columnista; sencillamente lo rebotaban o le ponían excusas de error de ingreso. Al comienzo pensaba que de verdad era un error mío por no seguir las pautas, para ingresar mi comentario; pero, luego percibía que se estaba haciendo una práctica. Posiblemente, pensaba especulando, se debe a que hay una doble visión societaria de los que manejan dicho medio de prensa escrita, fijando líneas de opinión a seguir por sus trabajadores periodistas; o sencillamente, estos columnistas son absolutistas en sus opiniones y no toleran opiniones contrarias. Como sea, aprovecho del espacio de esta página de opinión, para expandirme en un comentario personal contrario a lo que la columnista dominical expresaba.
Me sorprendió, en primer lugar, una opinión tan antirreligiosa expresada contra la actual ministra de la mujer en el Perú; a la anterior ministra se le criticaba porque bailaba mal, a la actual se le critica y se le tilda de “fanática”, por su profesión de fe cristiana-evangélica. El argumento de fondo era que esta actual ministra “no está de acuerdo con las pastillas anticonceptivas”, como política de control de la natalidad, “ni con otros métodos anticonceptivos que por sus prejuicios religiosos, considera abortivos”. Las afirmaciones argumentativas de dicha columnista se basan en supuestos; no están basadas en declaraciones ni en políticas de estado por la actual ministra de la mujer.
Es derecho fundamental de toda persona humana su libertad de credo, y nadie puede tachar a los demás por sus creencias; además, todos tenemos prejuicios liberales o religiosos, políticos o culturales, éticos o anti-éticos. Pero, lo que no debemos ser es absolutistas, especialmente en un tema tan complejo en lo que respecta a políticas de control de la natalidad o preferencias de usos de métodos anti-conceptivos.
Nosotros los cristianos bíblicos, sabemos que “Dios ha dejado sujeto a la conciencia personal”, decisiones éticas que marcaran la calidad moral individual de cada persona humana, de la colectividad de su entorno y de su nación; y uno de estos temas o asuntos cruciales, casualmente son los métodos anticonceptivos. Los “teólogos dan cuenta en sus sistemáticas reflexiones sobre los silencios de Dios”, en ciertas etapas de la historia de la salvación, en que no tenemos o no encontramos una palabra de Dios explicita, sobre determinados temas humanos; concluyendo que Dios está dejando dichos temas, en sujeción a la conciencia y a la fe personal de cada uno.
No es verdad que “las pastillas del día siguiente”, o cualquier otro método anticonceptivo, deben ser aplicados indiscriminadamente para todos de manera horizontal; como lo afirma la opinión en mención antirreligiosa o liberal absolutista, obviando que cada organismo humano reacciona individualmente o tolera indistintamente la medicación que se le aplica en determinados casos. El conocimiento medico científico, por supuesto, con conocimiento de esta ley de la individualidad del organismo humano, se dedica a estudiar previamente el historial médico de cada persona, antes de medicar o recomendar el método anticonceptivo favorable o tolerable por el paciente individuo; y al final, cada uno decide que método emplear.
Es verdad, que desde nuestros prejuicios cristianos optamos por la opción a la vida; señalar los métodos abortivos o perjudiciales a la salud; repudiar la desinformación o discriminación a los más pobres, como fue el caso de las mujeres pobres campesinas del Perú, a quienes con engaños e incentivos, se les aplicó en masa el “método quirúrgico”, como una política de estado para reducir la pobreza. Se vendía la idea en la aplicación del “método quirúrgico”, en aquellos tiempos, que era reversible, mediante una cirugía fina que podía volver a unir los ductos internos procreativos; cirugía fina de la cual se tiene casi nada de antecedentes y que sería costoso económicamente. Por último, como cristianos respetamos la decisión personal y somos defensores de la libertad de conciencia.
Casi siempre los antirreligiosos son liberales pero, más absolutistas que los religiosos en sus opiniones.
Esta práctica de rebotar el ingreso a comentarios contrarios a una línea de opinión periodística, está poniendo en evidencia que se pretende homogeneizar “una línea de opinión derechizante en el Perú. ” Pero, la democracia nunca será homogénea, sino heterodoxa en sus opiniones y dialogante.
Otro comentario que rebotó entre otros, fue sobre un tema interesante que fue expresado a manera de interrogante en otra columna periodística: ¿Por qué los medios de comunicación han despedido a sus periodistas exitosos que le rendían ingresos económicos abultados y mayor audiencia? Comenté que era práctica de los empresarios mediáticos, especialmente de la pantalla chica y en algunos casos, utilizar a su mejor periodista para al mismo estilo del “franco tirador”, traerse abajo una candidatura. Y que esto ya tenía su antecedente, en una excepcional periodista de investigación en cuyo programa televisivo, en formato de monólogo y monotonía, se dedicó casi todo el periodo de elecciones presidenciales del 2006, a traerse abajo a una candidatura en especial. Y lo logró, aparentemente, porque el candidato que continuamente criticó a manera de conjuro, no fue elegido; no mucho tiempo después, la periodista se quedó sin programa. ¿Por qué? Por esta práctica empresarial de utilizar a sus periodistas estrellas, hasta quemarlos en su imagen mediática; y después, despedirlos, porque sabían que estos periodistas se habían ganado la antipatía del público, por sus mercenarias críticas a un candidato en especial. Y lo más importante para un empresario mediático, ¿no son acaso las millonarias propagandas, el rating sin importar si es una novela, un programa cómico o farandulero lo que mantenga conectado al público televisivo?
No parece casual esta agenda de fijar los objetivos mediáticos en la actual ministra de la mujer, como en otras novedades puntuales y expectativas que el pueblo tiene de este nuevo gobierno; especialmente en críticas negativas. Parece que hay gente que no quiere que la vaya bien a este gobierno, ni que se desarrolle nada que se parezca a cambio. Gente que todo lo que este gobierno hace o dice, le parece mal. Gente que no pasa al cobrizo mandatario.
El apóstol de las iglesias gentiles (no judías), Pablo, enseñaba: “Porque en otro tiempo eráis tinieblas, más ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz” (Efesios 5:8)
¡Lee la Biblia!
(C.A.S.) César Augusto Salinas. Clasifíquese como un comentario personal