Los ganadores del Debate Presidencial del pasado 3 de Abril, entre los candidatos PPK, Keiko, Toledo, Castañeda y Humala, en el hotel Sheraton de Lima, indudablemente ha sido el pueblo peruano; quienes desde sus preferencias electorales, han podido escuchar a sus candidatos intercambiando ideas con sus contendores, de una manera alturada, ordenada y directa. Podemos decir, que este pasado Debate Presidencial, ha sido la cúspide de la democracia y el intercambio civilizado de ideas argumentativas desde una posición partidaria. Los perdedores, inevitablemente, han sido los medios y periodistas, que luego del debate se dedicaron a comentar de una manera groseramente tendenciosa y con una carencia notable de objetividad; es natural en los electores que resalten o defiendan a sus candidatos, pero, un hombre de prensa se debe a la verdad y le debe al público una información objetiva, sin subjetividades o preferencias gustativas. Graficando un poco al respecto, observaba a una señora periodista televisiva, al día siguiente del Debate Presidencial, entrevistando a un candidato congresista que postula para ser re-elegido, del partido de su disgusto; y le reclamaba que si su candidato presidencial ganaba la presidencia, éste censuraría la libertad de prensa, porque así se lee en su proyecto escrito y publicado; el congresista candidato le explica que no es así. Y en un momento inesperado, la periodista, levanta el proyecto del partido del congresista, empuñándolo con su diestra, y dice: “¿Por qué no queman esto?”, emulando sin querer queriendo, a una actitud totalitaria y despreciativa del pensamiento de los diferentes.
La historia recordará este proceso electoral, como el más pobre ideológicamente hablando, pero no porque los candidatos no tuvieran argumentos o ideas claras; sino porque hubieron medios y periodistas antidemocráticos, que se dedicaron a entorpecer y enturbiar el dialogo y explicación de los proyectos de gobierno, de estos candidatos presidenciables, de esta justa electoral 2011. Lo recordará, como el proceso electoral, en que se han dado intromisiones de jefes de estado, personajes y medios periodísticos, propios y extraños, que de manera gratuita o interesada, han querido dictar al pueblo peruano, por quién debe votar y por quién no.
También recordarán los analistas de este proceso político electoral, que hubo una participación dura y permanente, de “cazas recompensas”, que competían por tumbarse a un candidato en especial, pero, lo que lograron adversamente fue, ponerlo en el primer lugar de preferencias en las convenidas encuestadoras.
Desde hace mucho, los que leemos un editorial, un artículo periodístico, nos hemos quedado atrapados en los comentarios a pie de página, de los lectores-varios, que reflejan objetividad, contenido, realidad; en contraste al artículo periodístico, salvo honrosas excepciones, que dan la impresión de ser huecos, subordinados, tendenciosos y carente de contenido de realidad crítica.
La Democracia es el ideal que convoca a la participación de todos los peruanos, con derecho y libertad al voto, para elegir cada 5 años sus autoridades; este derecho y libertad, son las bases de esta democracia vigente. Nadie puede ser discriminado por su elección o preferencia electoral; tanto el elector como el candidato de su preferencia, merecen respeto.
La voluntad del pueblo se decidirá en las urnas, este próximo domingo 10 de abril, de los corrientes; y ninguna autoridad, fuerza externa o persona alguna, deberá doblegar o corromper dicha voluntad democrática.
Como verdaderos demócratas, no tenemos por qué enemistarnos o distanciarnos entre peruanos, y mucho más, entre hermanos en la fe, a razón de apoyar a candidatos distintos; como verdaderos demócratas, debemos preservar la cultura del diálogo y la tolerancia.
Y como verdaderos creyentes, decidamos en nuestra libertad de conciencia, por el que será nuestro próximo presidente de la república peruana.
Dios ilumine a nuestro pueblo y proteja su derecho a elegir con libertad.
Jesús, el Señor, enseñò en su famoso Sermón del Monte:
“Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”
“Felices los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”
“Felices los que sufren persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”
(Mateo 5: 6, 9,11)
César A. Salinas/ D.N.I. 07323683
Clasifíquese el presente artículo como una libertad de expresión personal.